La huelga de bolis caídos de los agentes de la guardia civil en enero costó al Estado 15 millones € en multas

Las arcas del Estado se resintieron en el mes de enero. Y todo porque los guardias civiles de tráfico estuvieron menos «multones» que nunca. Su actividad sancionadora se redujo un 42,72 por ciento. Es decir, pusieron 74.219 sanciones menos que en el mismo mes del año anterior, en que se tramitaron 175.109 boletines de denuncia. En consecuencia, la Administración ingresó 15 millones de euros menos. Fue lo que la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha llamado un «enero en blanco», una huelga de «bolis caídos» -a la inversa de las japonesas- en que los agentes patrullan las carreteras pero no imponen multas. Eso sí, el sancionado se marcha con una «lección» de seguridad vial.

La protesta ha sido promovida por la AUGC, «para hacer ver al Gobierno el malestar de los guardias civiles y a la vez no se perjudique al ciudadano». Eran tres sus exigencias: que el Ejecutivo apruebe rápidamente la Ley de Derechos y Deberes (lo que vendría a ser el «estatuto de los trabajadores» de los guardias civiles), que se lleve a cabo la reforma del Régimen Disciplinario de la Guardia Civil y la equiparación salarial de los agentes con otros policías. Las tres peticiones son promesas electorales del PSOE.

Labor educativa

Por provincias, la caída más acusada de las denuncias se registró en Huelva, Guadalajara, Asturias, Sevilla y Málaga, todas con reducciones superiores al 70 por ciento con respecto a enero de 2006. Y si hablamos de comunidades autónomas, Asturias, Navarra y Cantabria junto a Canarias y Valencia apreciaron una bajada con índices superiores al 50 por ciento. En Andalucía, la protesta tuvo también un amplio seguimiento ya que las sanciones disminuyeron una media del 40,9 por ciento.

Esta asociación de guardias civiles no es la primera vez que pone en marcha una campaña de estas características. En 2005 lanzó otra similar, aunque de mayor duración, que «provocó una subida en los complementos de los agentes de la Agrupación de Tráfico», afirma.

La AUGC ha constatado que, curiosamente, el mes de enero también ha coincidido con una mayor reducción en el número de personas fallecidas comparado con el mismo mes del año anterior. Una circunstancia que, a juicio de la AUGC, «pone de manifiesto que resultan más eficaces a la hora de bajar la siniestralidad las labores preventivas y educativas sobre los conductores que las tareas inquisidoras y recaudatorias basadas en el castigo». La asociación cree que la reducción tiene que ver con el hecho de que al no perder tiempo rellenando boletines de denuncia, los agentes se han dejado ver más por la carretera, lo que, a su juicio, ejerce una mayor labor disuasoria.

La AUGC cree que los miembros de la agrupación de Tráfico y los agentes rurales que de forma voluntaria se han sumado a la campaña «han demostrado con estos datos que su profesionalidad está por encima de consignas y órdenes superiores que fijan el número de denuncias como índice demostrativo del trabajo que realiza cada componente».

Un portavoz de la asociación, de la que está expedientada parte de su junta directiva por manifestarse de uniforme el pasado 20 de enero, no ocultó su satisfacción porque el perjudicado haya sido la Administración y no el ciudadano. No obstante, «sí que se multaron las infracciones graves». En el resto de los casos, los «patrulleros» de las carreteras sólo trataron de concienciar a los conductores díscolos que infringieron las normas viales.

Mil bajas al mes

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil vive uno de los momentos más críticos de su historia, según desvelaba un informe interno reciente elaborado por la asociación que destapaba la falta de medios y la existencia de mil bajas al mes.

Ejemplo del descontento fue la situación que se generó en el destacamento de La Coruña en diciembre pasado, donde el 95 por ciento de la plantilla se dio de baja psicológica, mientras sólo tres se ocupaban de las labores de vigilancia de las carreteras. La protesta respondía a una reivindicación laboral de los agentes que solicitaban la equiparación salarial con los que realizaban labores burocráticas y permanecían en las oficinas sin prestar servicio en las vías.

A esta circunstancia se une que no hay guardias que soliciten la especialidad. Si en 1980 había 0,69 agentes por cada mil vehículos, desde 2004 hay 0,32 por cada mil habitantes.