UGT ha denunciado a la empresa Embutidos Carracedo Llanos y al matadero frigorífico que comparte las instalaciones en Santibáñez de Vidriales por persecución sindical al delegado de los trabajadores, perteneciente al sindicato ugetista. El representante sindical fue amenazado y posteriormente revocado en sus funciones de representación, tras haber comunicado a la Inspección de Trabajo irregularidades en la factoría cárnica, como el empleo de trabajadores inmigrantes sin papeles.
Según el responsable de Alimentación de UGT, Vicente González, la revocación del delegado fue orquestada por la dirección de la empresa para poder despedirle, y acusa de complicidad a un dirigente de Comisiones Obreras, Andrés González Gato «que visitó la empresa con el hijo del jefe para asesorar a los trabajadores sobre cómo revocar a un delegado sindical». González manifestó que González Gato «ha traicionado al movimiento sindical y a los representantes de los trabajadores y tendría que ser su propia organización la que tomara medidas».
El sindicato ugetista va a presentar una demanda por persecución sindical contra la empresa de embutidos y la otra sociedad, Matadero Frigorífico de Santibáñez de Vidriales (Mafisavi). Paralelamente, espera la respuesta de la Inspección de Trabajo sobre las irregularidades denunciadas, como el empleo ilegal de trabajadores extranjeros, el impago de horas extraordinarias, la vulneración del convenio colectivo en lo que se refiere a lavar la ropa de los trabajadores. Además, en la factoría no existe agua corriente en los aseos destinados a los empleados, explicó González.
Los problemas del delegado sindical de UGT empezaron casi al día siguiente de las elecciones, celebradas el pasado 12 de septiembre. A los dos meses, este trabajador denunció a la Inspección lo que ocurría en la empresa. «Entonces el hijo del jefe le amenazó, a él y a su familia, con quitarles del medio», relata el representante de la Federación Provincial Agroalimentaria, que también fue «vapuleado y amenazado» cuando visitó la empresa en diciembre.
El delegado sindical denunció en el cuartel de la Guardia Civil de Camarzana de Tera estas amenazas, mientras que UGT hacía lo propio contra la empresa en la Inspección. El 22 de febrero fue la primera visita del dirigente de Comisiones a la factoría y la segunda visita fue el pasado 7 de marzo «para que los trabajadores revocaran al delegado de personal; así la empresa tiene fácil despedirle atribuyéndole una falta en el trabajo».
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