La Casa Blanca hizo circular un plan de reforma migratoria para millones de indocumentados en Estados Unidos que obligaría a los trabajadores a salir del país, pagar 3 mil 500 dólares para inscribirse, y 10 mil más si son aceptados para la legalización.
El plan propone también el aumento de miembros de la Patrulla Fronteriza a 18 mil agentes, así como más de mil kilómetros de bardas y barreras vehiculares en la frontera sur, un registro nacional de indocumentados y un nuevo sistema de verificación de elegibilidad de empleo.
Los inmigrantes indocumentados tendrían que registrarse para poder obtener un estatus temporal por seis meses, de tal forma que todos los que deseen salir de la clandestinidad tendrán que llenar una solicitud individual.
Una vez que aprueben una revisión de antecedentes criminales, los indocumentados recibirían una nueva visa Z. Cada persona deberá pagar la cantidad de 2 mil dólares de multa y mil 500 dólares por la cuota de inscripción.
Las visas Z son renovables cada tres años y en cada ocasión en que se renueve el inmigrante deberá pagar 3 mil 500 dólares de multa y renovación.
Según el borrador del plan, la intención es que la reforma migratoria «se pague sola» y no «constituya una carga para los contribuyentes» estadunidenses.
Se propone, además, que los jefes de familia interesados en obtener la residencia permanente en esta nación regresen a su país de origen para solicitar desde ahí su reingreso a Estados Unidos a través de las embajadas o consulados.
Los inmigrantes que opten por esta ruta deberán pagar una multa de solicitud por 2 mil dólares y 8 mil más si son aprobados. En la actualidad sólo cuesta 475 dólares hacerse ciudadano estadunidense.
Para trabajadores «temporales» se ofrecera una visa Y, que permitirá al inmigrante trabajar dos años en Estados Unidos, regresar seis meses a su país y volver a solicitar un permiso por otros dos años.
El permiso de trabajo podrá renovarse indefinidamente, siempre y cuando entre cada uno la persona permanezca en su país al menos seis meses y no tendrán permitido traer con él a sus familiares. En este caso, deberán pagar mil 500 dólares para registrarse en este programa.
De otro lado, cerca de mil estudiantes de escuelas públicas de Los Angeles salieron este viernes a las calles para reclamar que se declare feriado en California o en Estados Unidos el natalicio del líder campesino chicano César Chávez, el 31 de marzo, según las autoridades.
A raíz del 80 aniversario que se celebrará este sábado, la presidenta de la Cámara de Representantes estadunidense, Nancy Pelosi, dijo en un comunicado entregado a los medios que «el Congreso, debería continuar la lucha de Chávez para garantizar a cada ciudadano el acceso a la salud y a cada niño una mejor educación».
César Chávez fue un activista de origen mexicano que luchó toda su vida en favor de los derechos humanos del campesinado en Estados Unidos, formado en su mayor parte por migrantes mexicanos, y quien murió el 23 de abril de 1993 convirtiéndose en una referencia de lucha para la clase obrera hispana en California.
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