La protesta, que afecta a un total de 1.500 trabajadores busca lograr un incremento de salario en el próximo convenio.
Así lo aseguró ayer en León el secretario regional de Transportes de UGT de la Comunidad, Pedro Aller, quien explicó que la jornada se está desarrollando sin incidentes «más allá de que nos hayan echado de alguna empresa porque no han entendido el derecho a la información».
La protesta está convocada por CC.OO y UGT y afecta a un total de 1.500 trabajadores del sector, entre los que «no se incluyen ni los autónomos, ni los de la construcción», dijo Aller, quien agregó que esta medida de protesta comenzó ayer, pero «es hoy cuando ha tenido más repercusión».
El objetivo de la movilización es lograr un incremento de salario en el próximo convenio, que se está negociando con la patronal, y que sustituirá al que ya expiró en enero de 2005.
«Llevamos quince meses sin convenio; además hemos ido apartando puntos en la negociación a solicitud de los empresarios y nos hemos quedado solo en la parte económica», explicó.
De este último punto, afirmó que «queremos que el dinero que cobramos como dietas nos lo incluyan en la nómina, lo que repercutiría en las bajas y en jubilaciones», afirmó.
Además, los trabajadores demandan que el salario bruto se equipare con el resto de la Comunidad, dijo Aller, que afirmó que «ellos nos ofrecen un incremento del 4,5 por ciento de IPC, dos puntos por encima de lo previsto, una cantidad que sería aceptable si no partiéramos de donde lo hacemos».
Por otro lado, denunció que los convocados están recibiendo «presiones de los empresarios para ir a trabajar» y añadió además que están investigando «algo que si lo confirmamos lo llevaremos a los juzgados» y es que «nos han puesto en sobreaviso de que están contratando empresas temporales para sustituir a los huelguistas».
La protesta concluirá el miércoles a las doce de la noche, afirmó Aller, que agregó que de momento no tienen prevista movilización alguna más a la espera de los resultados de ésta.
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