Sigue sin resolverse la huelga de vigilantes de seguridad prevista por CC.OO. de cara al encuentro de Copa de la UEFA que disputarán Sevilla y Tottenham este Jueves Santo.
Ayer lunes no pudo tener lugar la reunión prevista entre CC.OO. y la directiva de la empresa de seguridad privada Prosegur, donde se iba a tratar de resolver la huelga convocada en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán el próximo jueves. Han sido los representantes de la empresa quienes no han comparecido, con lo que la citada huelga continúa adelante.
El delegado de CC.OO. en el comité de empresa de Prosegur, Francisco Galán, indicó que la convocatoria seguía en pie, aunque sujeta a las exigencias de servicios mínimos que determinará la Subdelegación del Gobierno, que aún no ha tomado cartas en el asunto.
Los problemas surgieron en el pasado encuentro ‘Sevilla-Betis’ del 1 de febrero celebrado en el Pizjuán, donde se abrió expediente a varios vigilantes de Prosegur y culminó con el despido de uno de los trabajadores y la suspensión por un mes de empleo y sueldo de otro.
CC.OO. reclama la readmisión del despedido y la retirada de la sanción al otro, además aprovecha para pedir un proceso de negociación para subir los incentivos de los vigilantes en los partidos de liga de 60 a 85 euros. Galán también reclama una formación específica para los agentes que acudan a los estadios, ya que el fútbol representa, según el delegado, el reto “más arriesgado” al que se enfrentan los vigilantes. "Se dan muchas incidencias en los partidos y necesitamos una preparación sobre control de masas y las normativas que rigen los espectáculos como el fútbol", dijo este portavoz de CC.OO.
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