El Sindicato Independiente de la Policía critica que "no se le permite hacer nada y se limita a leer el periódico". Culpa al superintendente de "relegarlo al ostracismo"
El segundo jefe de la Policía Local de Málaga, el intendente mayor Juan Antonio Ferrer, que se incorporó a su puesto el pasado 16 de marzo, después de varios meses de baja, ha sido desposeído de todas sus funciones por parte del superintendente jefe, Pascual Sánchez Bayton, según ha denunciado el Sindicato Independiente de la Policía de Málaga (SIP-MA).
Ferrer, único procesado en el caso del espionaje a la concejala Rosa Agüera, donde se le juzgará por el presunto delito de revelación de secreto, ostenta desde el año 2005, por orden del propio Sánchez Bayton, la jefatura del Servicio Operativo Centralizado que engloba a todas las secciones, grupos y unidades que tienen competencia en todo el municipio. En este sentido, Ferrer es máximo responsable de grupos como el Gemac, Grupo de Escoltas y Menores, Medio Ambiente, Atestados, 092, Grúa, o Caballería.
Sin embargo, desde que volvió el pasado mes, y sin que haya mediado ninguna orden escrita de por medio, según el sindicato "no se le permite ejercer sus funciones". Otras fuentes policiales han corroborado esta situación señalando que Ferrer "se encuentra aislado en su despacho".
Según la denuncia, Ferrer ha sido absolutamente relegado de sus anteriores funciones: no recibe ningún tipo de orden ni de requerimiento por parte de su superior, ni se le permite tampoco despachar con sus subordinados. Todos los grupos y unidades de la que Ferrer era máximo responsable cuentan ahora con un intendente o un inspector al mando que, al parecer, tienen orden de despachar directamente con Pascual Sánchez Bayton todo lo relativo a sus tareas.
El segundo jefe policial tampoco recibe ningún tipo de información ni comunicación relativa a las actuaciones de las unidades que, paradójicamente, continúan aún oficialmente bajo a su mando. También ha sido desposeído del coche oficial y del conductor con el que contaba anteriormente para atender sus responsabilidades y desplazarse a las distintas unidades.
Según el SIP-MA, sus horas de trabajo se ve obligado a dedicarlas a leer el periódico ya que prácticamente no se le permite hacer otra cosa. El sindicato culpa a Sánchez Bayton de "condenar a Ferrer al ostracismo sometiéndole a una constante humillación".
Aunque no tan extrema. También es delicada la situación que padece el otro intendente mayor de la Policía Local de Málaga, José Berruezo, que ocupa igualmente el puesto de segundo jefe del cuerpo. Fuentes de la propia Policía Local indican que ha perdido también la confianza del superintendente Sánchez Bayton. Berruezo, que es el máximo responsable de las distintas unidades policiales territoriales distribuidas en la ciudad, mantiene `oficialmente´ la jefatura y la cadena de mando, pero sometido a una "absoluta tutela y al control" de su superior de tal modo que Sánchez Bayton debe aprobar específicamente todo lo que dice u ordena Berruezo. Además, en los últimos meses viene siendo designado de forma habitual como instructor de todos los expedientes disciplinarios por faltas muy graves. Berruezo se ha quejado de que esto le crea mala imagen porque siempre es él el encargado de castigar a los miembros de la plantilla.
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