Los trabajadores de Quesos del Duero, empresa propiedad de García Baquero asentada en Toro (Zamora) iniciarán hoy las movilizaciones por las condiciones de trabajo, según explicó en rueda de Prensa el responsable de Alimentación de Comisiones Obreras, Andrés González Gato.
Hoy se producirá un paro de dos horas en cada turno, que se reproducirá de nuevo el día 30 de este mes. Si las condiciones laborales no mejoran, la huelga se hará indefinida desde el 7 de mayo. Entonces afectará a todos los trabajadores y se prolongará durante toda la jornada laboral.
El representante de UGT, Vicente González, aseguró que es la única medida que les queda a los trabajadores "tras la cerrazón" de la empresa a negociar cualquier tipo de mejora en las condiciones laborales.
Los trabajadores de Toro pretenden tener las mismas condiciones que quienes están en la fábrica que García Baquero tiene en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), ya que la fábrica tiene unas características similares y se está realizando el mismo producto pero, sin embargo, los salarios no son los mismos.
Los trabajadores reclaman que la hora del bocadillo se compute dentro de la jornada como ocurre en Ciudad Real y no se descuente de los salarios como está pasando en la fábrica de Toro. Además, reclaman que exista un calendario de turnos de trabajo y horarios que no se modifique de manera arbitraria.
González Gato apuntó que los trabajadores de Toro tienen un salario de 600 euros netos al mes, una cantidad, apuntó, "con la que no se puede vivir, están pasando hambre". Además, criticó que la relación que la empresa mantiene con los trabajadores es "feudal", no quieren empleados sino "vasallos".
Los sindicatos aseguraron ser conscientes de que no se puede reclamar una subida de sueldo desmesurada que pueda poner en peligro la viabilidad de la fábrica, pero señalaron que sus reivindicaciones son "justas y coherentes" y no van más allá de lo que tienen otros trabajadores de la misma empresa.
Las condiciones son tan precarias, apuntaron, que la mitad de la plantilla con la que García Baquero contaba inicialmente ha renunciado al trabajo, a pesar de tener contratos indefinidos.
González Gato reclamó la intervención del Ayuntamiento de Toro y la Junta de Castilla y León para resolver el conflicto, dos instituciones a las que consideró perfectamente legitimadas para ello dado las facilidades que dieron a García Baquero para asentarse en la localidad. "Han beneficiado a la empresa con 60 millones de euros en subvenciones".
Por el mismo motivo, añadió, considera "intolerable" que la empresa haya amenazado a los trabajadores con cerrar la fábrica y llevarse la producción a otra planta si llega a realizarse la huelga. La amenaza fue materializada por el responsable de la empresa Miguel Ángel García Baquero al dirigirse a los trabajadores. Lo hizo el mismo día que rechazaba participar en una reunión del Servicio de Relaciones Laborales (SERLA), lo que llevó a los sindicatos a denunciar el "desprecio" con el que se está tratando a los trabajadores.
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