Los ministros de Trabajo del G-8, que reúne a los siete países más industrializados del planeta y Rusia, iniciaron ayer en la ciudad alemana de Dresde una reunión de tres días para debatir, entre otros temas, los aspectos sociales de la globalización.
Los ministros del ramo de Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, EEUU, Canadá, Japón y Rusia tratarán también sobre estrategias para incrementar el empleo, la mejora del sistema de seguridad social en los países emergentes y en vías de desarrollo y la responsabilidad social de las empresas.
La reunión en la histórica capital de Sajonia, a la que asisten también altos representantes de los cinco principales estados emergentes del mundo (China, India, México, Brasil y Sudáfrica), tiene igualmente como fin preparar la cumbre de jefes de Estado y Gobierno del G-8 que se celebrará el mes próximo en el balneario báltico de Heiligendamm.
Con motivo del comienzo de la cita, el ministro alemán de Trabajo y anfitrión de la reunión, Franz Müntefering, exigió de los países del G-8 que la dimensión social se convierta en parte fundamental y permanente de sus deliberaciones.
"Economía, ecología y lo social deben desarrollarse de manera paralela y equilibrada", subrayó el también vicecanciller germano, quien comentó que una globalización que cuide los aspectos sociales "traerá bienestar a todas las gentes de este mundo, será aceptada y, con ello, contribuirá a fomentar la paz".
Tras destacar que "debemos extender por el mundo la idea de que lo social es una potente fuerza económica", Müntefering dijo que urge contribuir a que la protección social se extienda por los países emergentes y en vía de desarrollo.
Recordó que actualmente tan solo el 20% de los habitantes del planeta disfrutan de "una protección social buena o, por lo menos, suficiente" y defendió la aplicación de unos estándares mínimos como los que reclama la Organización Mundial del Trabajo (OMT).
Franz Müntefering afirmó que la conferencia de ministros de Trabajo del G-8 está directamente relacionada con la presidencia alemana de turno de la Unión Europea, toda vez que el Gobierno de Berlín considera la cuestión laboral y social como un tema prioritario de su política.
A la reunión en Dresde acuden un total de 120 expertos entre los que figuran también representantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la OMT, el Banco Mundial y varias empresas con una amplia actividad social.
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