Estados Unidos reiteró el miércoles su apoyo al presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, quien solicitó más tiempo para responder a las acusaciones de nepotismo en su contra, pero los europeos quieren resolver el caso rápidamente."Siempre lo apoyamos totalmente", declaró el portavoz de la presidencia estadounidense Tony Snow, a bordo del avión presidencial Air Force One. Así respondía a los cuestionamientos sobre las declaraciones formuladas el martes y que se interpretaron como un distanciamiento de la Casa Blanca del ex número dos del Pentágono.
El martes, Snow evitó responder a la prensa si el presidente George W. Bush continuaría insistiendo en que Wolfowitz permanezca en la dirección del Banco. "Las discusiones en este momento no son entre el gobierno estadounidense y el Banco Mundial, son entre Wolfowitz y el Banco Mundial, y yo creo que debemos dejar que el proceso se desarrolle antes de meternos en él", dijo. "Eso no significa quitarle el apoyo a Paul Wolfowitz", estimó este miércoles el portavoz.
El gobierno de Bush, responsable de la nominación de su ex funcionario a la cabeza de la institución multilateral en junio de 2005, estima que Wolfowitz debería contar con más tiempo para responder a las acusaciones en su contra.
En un informe transmitido el domingo al acusado, el comité de ética del Banco Mundial concluyó "sin ambigüedad que Wolfowitz no respetó las reglas", al solicitar personalmente que su pareja, Shaha Riza, empleada del servicio de comunicación de la institución, recibiera un sustancial aumento salarial al pasar al departamento de Estado, según una fuente europea.
El comité concedió 48 horas a Wolfowitz para responder al informe, pero su abogado Robert Bennett se mostró indignado con este tratamiento que juzgó como "terriblemente injusto" y pidió el martes que se le den al menos cinco días más. Wolfowitz "merece un proceso justo, en lugar de un juicio apurado", señaló por su parte Brookly McLaughlin, portavoz del secretario del Tesoro, Henry Paulson. "Esto quiere decir suficiente tiempo para que el comité ad hoc tome en cuenta su respuesta", añadió.
Implícitamente, Wolfowitz y quienes lo apoyan están pidiendo al consejo de administración del Banco examinar no antes de la próxima semana todos los documentos, y no esta semana como se espera.
Pero muchos países europeos representados en el consejo de administración no quieren escuchar. "Apoyamos la posición de que el consejo de administración se reúna rápidamente para pronunciarse en base al informe y a las observaciones que podría hacer Wolfowitz", declaró ayer el portavoz del ministerio francés de Relaciones Exteriores, Jean-Baptiste Mattei. "Nuestra preocupación es asegurar el buen funcionamiento del Banco Mundial, en el marco de su misión al servicio del desarrollo y la lucha contra la pobreza", señaló en referencia a la parálisis que afecta a la institución desde el inicio de este escándalo, hace un mes.
El martes, el ministro holandés de Finanzas, Wouter Bos, también estimó que el informe del comité de ética, que no se ha difundido, aumenta la presión sobre Wolfowitz para que presente su dimisión.
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