La OCDE presentó ayer unas nuevas líneas directrices que dan consejos a las autoridades encargadas de regular los planes de pensiones por capitalización de forma que ofrezcan mayores garantías para los trabajadores beneficiarios.
Las líneas directrices se centran en el nivel de capitalización y en la valoración de los planes de pensiones, así como en la protección de los derechos adquiridos por los asalariados, en particular en caso de quiebra de la empresa propia o la de los que los financia, explicó en un comunicado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
'Estas líneas directrices ayudarán a los países de la OCDE a garantizar que los planes de pensiones profesionales ofrecen a sus afiliados la seguridad indispensable para las prestaciones de jubilación', afirmó el secretario general de la organización, el mexicano Angel Gurría.
Gurría insistió en que con el aumento de la esperanza de vida 'hay que poder estar seguros de que nuestras pensiones están protegidas'.
Entre las propuestas a las autoridades reglamentarias, figura 'favorecer un nivel elevado de capitalización, de forma que el activo sea suficiente para cubrir los compromisos' en términos de prestaciones, incluso en caso de quiebra de la empresa.
También se pide que los fondos de pensión hagan una estimación con mayor exactitud de sus obligaciones de remuneración, en la que se tenga en cuenta el aumento de la esperanza de vida y el ajuste de las prestaciones en función de la evolución del nivel de vida.
La OCDE considera que los gestores de planes deben fijar un plazo máximo 'razonable', y da la cifra de siete años, para que se remedie cualquier problema de falta de capitalización.
En las líneas directrices se fijan reglas que, en caso de cierre de un plan de pensiones, determinen cuáles son las obligaciones de la empresa en términos de cubrir las necesidades de capitalización.
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