Han destruido parte del mobiliario y miles de documentos oficiales
Cientos de trabajadores del sector naval, en huelga, han tomado ayer por la mañana la delegación de la Xunta en Vigo, donde han destruido parte del mobiliario y miles de documentos oficiales, "muchos de ellos irrecuperables", según fuentes de la Xunta. Ayer fue el noveno día del paro indefinido convocado por el sector en la ciudad debido a las discrepancias en el cumplimiento del convenio del metal en la provincia de Pontevedra.
Los trabajadores han irrumpido en el interior del edificio a las 11.45 horas y han comenzado a tirar por las ventanas miles de documentos, una alfombra y plantas. Además, han colocado varias banderas de Galicia en las ventanas, un retrato oficial del Rey y ha realizado pintadas en el interior, mientras que otros compañeros quemaban en el exterior los papeles oficiales.
En declaraciones a los periodistas, el delegado de Traballo, Pedro Borrajo, ha reconocido que los hechos "no parecían razonables". "Entendemos perfectamente bien los derechos de huelga y de los trabajadores, pero hechos como estos son enormemente reprobables y por eso tenemos que intentar buscar una solución urgente a este conflicto", ha añadido. Sobre la quema y destrucción de papeles oficiales, Borrajo advirtió a los trabajadores que deterioraron "sus propios bienes, porque son públicos".
El delegado ha explicado que aunque los actos provocados en la sede oficial de la Xunta en Vigo los llevó a cabo "un grupo de trabajadores incontrolados, cada día es más importante interiorizar la necesidad de buscar una salida rápida a esta huelga". Los trabajadores solamente respetaron la planta de la delegación provincial de Traballo, en la que celebran las reuniones entre los representantes de los sindicatos y la patronal del sector del naval.
Las negociaciones en suspenso
Mientras en días anteriores las protestas rozaron la tranquilidad, más allá de cortes concretos de tráfico, ayer la manifestación en la calle cobró un nuevo giro que, sin duda, distanció la postura entre las partes negociadoras que, antes de ayer ya de madrugada, aseguraban ver cerca el final del conflicto.
Los ánimos también estuvieron caldeados durante la asamblea informativa celebrada ayer, en la Plaza do Rei, en la que el representante de CUT, Manuel Camaño, señaló que "un día más" la patronal demostró el "desprecio" hacia los huelguistas.
Según relató, los empresarios no acudieron a la reunión esta mañana en Vigo con la "excusa de que estaban atascados con los cortes de tráfico" y pidió fortaleza a los trabajadores, porque la patronal está "jugando al desgaste".
Por su parte, el responsable de CCOO, Ramón Sarmiento, recordó que los huelguistas llevan un tercio del salario perdido y advirtió que "a partir de ahora" todo lo que pueda hacerse en la calle a modo de protesta "está plenamente justificado".
El portavoz de CIG, Antolín Alcántara, recomendó a los trabajadores que, tras la asamblea regresarán a sus casas en grupo para evitar posibles detenciones, sobre todo, después de un día como el de ayer, con tantos destrozos en las calles.
La opinión de la patronal
Los destrozos causados en la sede de Xunta en Vigo también fueron analizados por el presidente de la Asociación Industriales Metalúrgicos (Asime), José María Hidalgo, que los calificó de "auténtica salvajada" y "anarquía".
Hidalgo manifestó que "cada vez que estamos a punto de firmar, surge un nuevo escollo" y puntualizó que parece que "alguna central sindical está interesada en que siga el conflicto".
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