La presidenta regional y candidata a la reelección por el PP, Esperanza Aguirre, anunció ayer que si vuelve a gobernar en la Comunidad, reforzará la actuación de la Inspección de Trabajo para que persiga la discriminación laboral de la mujer, en materia salarial, de maternidad y de promoción profesional. Asimismo, luchará contra las jornadas «de nueve de la mañana a nueve de la noche, que hacen imposible la conciliación laboral y familiar».
Aguirre hizo este anuncio en el teatrillo de la Casa de Campo, donde presentó su programa electoral dedicado a la mujer junto a la eurodiputada del PP Ana Mato —quien acusó al socialista Rafael Simancas de ir a Bruselas «a ensuciar el nombre de Madrid»— y la presidenta de Mujeres para la Democracia, Pepa Aguado.
El acto, que reunió a un millar de afiliadas y simpatizantes del PP, sirvió también de homenaje a las mujeres del partido que acompañan a Aguirre en los primeros puestos de la lista electoral y a las candidatas populares en otras Comunidades y Ayuntamientos madrileños y españoles.
Tres presidentas regionales
La presidenta dedicó palabras especiales a la presidenta del PP en el País Vasco, María San Gil, alejada temporalmente de la vida política a causa de una enfermedad, a la que incluso telefoneó para que escuchara los aplausos que le brindaban las asistentes, puestas en pie, para darle apoyo. Aguirre recordó que San Gil es una de las tres presidentas regionales del PP, junto con ella misma y María Dolores de Cospedal, que optará a la presidencia de Castilla-La Mancha.
Destacó la presencia en el acto de cuatro mujeres del gobierno madrileño que la acompañan en la lista electoral: la consejera de Inmigración, Lucía Figar; la de Hacienda, Engracia Hidalgo; la de Familia y Servicios Sociales, Beatriz Elorriaga y la de Transportes, Elvira Rodríguez, «responsable —dijo— de la mayor ampliación del Metro de Madrid».
Dedicó también elogios y agradecimientos a las candidatas del Partido Popular que defienden sus ideas en el País Vasco y a dos mujeres que salen de la Comunidad de Madrid para intentar estar en el Ayuntamiento: la presidenta de la Asamblea, Concepción Dancausa, y la viceconsejera de Cultura, Isabel Martínez-Cubells, cuyo embarazo desveló en público la presidenta.
Aguirre aseguró a ambas que «vamos a ganar por goleada» el Ayuntamiento porque ««cuanto peor estilo tengan nuestros adversarios, Alberto Ruiz-Gallardón conseguirá más votos».
Asimismo, manifestó que las españolas y las madrileñas consiguieron la «igualdad legal» con la aprobación de la Constitución y ahora «tenemos que promover la igualdad real, que permita a hombres y mujeres compaginar su carrera profesional con su vida familiar». En esta línea, la candidata afirmó que «las mujeres no queremos que nos sometan a la disyuntiva injusta de tener que elegir entre una profesión apasionante o cuidar a los hijos». Aun así, recordó que «en esta legislatura, seis de cada diez madrileñas que buscaban trabajo lo encontraron».
No a la discriminación laboral
Aguirre aseguró que si los madrileños le vuelven a otorgar su confianza, perseguirá la discriminación laboral contra las mujeres impulsando la actuación de la Inspección de Trabajo; seguirá promoviendo la «tolerancia cero» contra los maltratadores con medidas para ayudar a la recuperación de las víctimas y sus hijos, y propondrá que a los maltratadores con sentencia firme no se les conceda ningún permiso penitenciario. En este sentido, Esperanza Aguirre continuará con la implantación del brazalete anti-maltratadores como sistema de detección de proximidad.
La candidata propone, además, seguir impulsando el liderazgo profesional de la mujer; luchará contra las jornadas «de nueve de la mañana a nueve de la noche, que hacen imposible conciliar», y que el Gobierno central equipare la pensión de jubilación y viudedad en tres años.
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