La filial sueca del grupo aéreo escandinavo SAS ha cancelado 150 vuelos programados en Suecia para hoy debido a la huelga de tripulantes de cabina que comenzó el viernes y ya dejó en tierra a cerca de 20.000 pasajeros de 300 vuelos europeos y domésticos. Actualmente están en 'stand-by' las negociaciones entre la dirección de la empresa y los trabajadores, que reclaman mejores condiciones laborales.
La aerolínea señaló en un comunicado que las negociaciones 'no han sido productivas hasta el momento', por lo que ha decidido suspender los vuelos del sábado. El presidente de SAS-Suecia, Anders Ehrling, apuntó que SAS es la empresa con más afiliados del Sindicato de Empleados Suecos Asalariados, por lo que instó al sindicato a que puedan mantenerse reuniones con la direeción de este sindicato de para dialogar sobre la acción industrial, que 'es tan importante para muchos de los miembros del sindicato'.
'El futuro de SAS-Suecia y el grupo SAS está en riesgo y, consecuentemente, también puede estarlo el futuro de unos 3.000 de los afiliados al sindicato de Empleados Asalariados', agregó Ehrling. 'Hemos presentado buenas soluciones a las peticiones que el sindicato priorizó en su lista original de 38 demandas. Esta lista incluye un capítulo de descansos para almorzar', agregó el presidente.
Subrayó que las negociaciones 'han llegado a un estancamiento en cuestiones de poder que el sindicato ha decidido reclamar'. 'La consecuencia de estas demandas serían que el sindicato dirigiría las operaciones de la compañía, algo que por supuesto no podemos aceptar', explicó. '¿Qué otro empleador aceptaría renunciar a la responsibilidad de gestionar el planning de plantilla, el reclutamiento de managers y la programación de los horarios laborales?', se preguntó el presidente.
'Si hemos entendido correctamente las demandas, ocurriría que los miembros del sindicato no querrían trabajar cuando nuestros clientes quieren volar, por ejemplo el 26 de diciembre -festivo en Suecia-, y a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. ¿Qué otro empleador aceptaría ser forzado a contratar a personal extra para ofrecer a los clientes el nivel básico de servicios que requieren?', añadió Ehrling.
'Naturalmente, no podemos aceptar demandas que debilitan tan claramante la competitividad de SAS-Suecia y que superan ampliamente los marcos aplicables en el mercado laboral sueco y de nuestros competidores', concluyó
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