La 96 Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) eligió ayer a su presidente y vicepresidentes, un trámite que le ha llevado tres días y que ha reavivado las críticas internas sobre la escasa operatividad de esta reunión anual.
Los cerca de 3.000 delegados de 180 países que participan en la reunión anual de la OIT han elegido como presidente de la conferencia -con un gran número de abstenciones- al viceministro de Trabajo de Albania, Kastriot Sulka, que inicialmente iba a ser uno de los vicepresidentes.
Para esos cargos se eligió al embajador brasileño Carlos Antonio da Rocha Paranhos, en representación de los gobiernos, al suizo Michel Barde, por parte de los empresarios, y al francés Marc Blondel, por la de los sindicatos.
Estas elecciones eran el primer punto del orden del día de la reunión, que comenzó el pasado miércoles, pero las divergencias en el seno del grupo africano -al que le tocaba el turno de la presidencia- hicieron que no resultara elegido el candidato previsto, el ministro de Trabajo de Congo, Gilbert Ondongo.
Con este detonante, durante los tres días que ya se han celebrado de reunión se han sucedido las críticas por parte de los propios delegados al diseño y funcionamiento de este encuentro anual, que lo encuentran demasiado largo y poco operativo.
Además, la mayoría ha criticado el presupuesto planteado por su director general, Juan Somavía, que propone que se mantenga en 594 millones de dólares para los próximos dos años, similar al del bienio anterior.
De esa cantidad sólo 2,5 millones se reservarían para obras de renovación del edificio de la OIT, algo que criticaron los representantes de los trabajadores de la organización y del Gobierno suizo, entre otros asistentes.
Igualmente se apuntó que sería necesario destinar al menos 120 millones de francos para la renovación de la sede y se criticó que aún no se haya decidido nada sobre la posibilidad de cambiar de edificio.
Durante los tres primeros días de reunión también se oyeron críticas sobre la excesiva duración de la conferencia (casi tres semanas) y la escasa participación activa de los asistentes, ya que la sala de reuniones, en el Palacio de Naciones Unidas de Ginebra, permanece la mayor parte del tiempo muy vacía.
El único país que se pronunció en contra de esas críticas fue Estados Unidos, el principal contribuyente de la organización, que incluso anunció que se opondría al presupuesto planteado porque, en su opinión, debería ser un 3% inferior al del bienio anterior, con el objetivo de ganar eficiencia.
Los asistentes a la Conferencia de la OIT, entre ellos seis jefes de Estado y dos príncipes, estudiarán asuntos como la relación entre el trabajo decente y el desarrollo socioeconómico, el trabajo infantil en la agricultura, la igualdad laboral, el empleo forzoso y la promoción de empresas sostenibles.
Además está prevista la intervención el próximo lunes de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y el de Ghana, John Kufuor; mientras que el día 11 lo harán el de Polonia, Lech Kaczyñski, y el príncipe heredero de Bahrein, Shaikh Salman Bin Hamad Al Khalifa.
Al día siguiente, cuando se celebrará el Día Mundial contra el Trabajo Infantil (este año dedicado a los niños que trabajan en la agricultura), intervendrán la primera ministra de Jamaica, Portia Simpson Miller, y el presidente de Senegal, Abdoulaye Wade.
El día 13, los asistentes podrán escuchar la intervención del heredero de la corona española, el Príncipe Felipe de Borbón; mientras que el presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, participará la última jornada de la reunión.
Ese mismo día se otorgará el primer premio de la OIT a la investigación sobre trabajo decente, que recaerá sobre el ex presidente de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, y el profesor emérito en economía y estudios latinoamericanos de la Universidad de Pittsburg (EEUU) Carmelo Mesa-Lago.
El tema de debate central de este año será la consideración de nuevos instrumentos legislativos de la OIT sobre el trabajo en la industria pesquera, con el propósito de avanzar hacia la adopción de un convenio y una recomendación.
Los comentarios están cerrados.