El nuevo ministro de Inmigración, Integración, Identidad Nacional y Co-desarrollo de Francia, Brice Hortefeux, reiteró este viernes su objetivo de "alejar" del país a 25.000 inmigrantes ilegales en 2007. "Nos mantendremos muy firmes", afirmó.
"Los extranjeros indocumentados "no tienen vocación de permanecer en Francia, sino de ser devueltos a sus países de origen, "de forma voluntaria u forzada", aseguró en un artículo en 'Le Figaro'.
Para el titular de este nuevo Ministerio, que responde a la voluntad del presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, hay que cumplir cuatro objetivos: "controlar los flujos migratorios, favorecer la integración, promover la identidad francesa y alentar el co-desarrollo".
La promesa de Sarkozy, durante la campaña al Elíseo, de crear un Ministerio de la Inmigración e Identidad Nacional suscitó fuertes críticas de la oposición de izquierdas y de asociaciones de defensa de inmigrantes y derechos humanos.
"Vincular inmigración, integración e identidad no tiene nada de vergonzoso (…) La promoción de nuestra identidad no revela estrictamente ninguna hostilidad hacia los extranjeros" ni afecta a la diversidad, replica Hortefeux, que esta semana abrió una ronda de contactos con representantes de estas asociaciones.
En materia de flujos migratorios, combatir la inmigración ilegal seguirá siendo "una prioridad absoluta", dijo el ministro, para el que controlar la inmigración no es sólo "regularla sino escogerla".
Tras señalar que ahora en Francia sólo el 7% de los permisos de residencia son otorgados por razones profesionales, apostó por "seleccionar mejor a los inmigrantes y alentar la inmigración por razones profesionales". "Sin practicar un saqueo de cerebros, debemos favorecer su circulación", afirmó.
A la vez, defendió el endurecimiento previsto de las condiciones del reagrupamiento familiar.
El primer ministro, François Fillon, aseguró que el proyecto de ley sobre inmigración será presentado al Parlamento en julio.
En cuanto al co-desarrollo, Hortefeux aboga porque una mayor parte de las remesas enviadas por los inmigrantes a sus países de origen se destine a proyectos de inversiones "productivas".
Actualmente el 80% de esos fondos se destinan al consumo, señaló, al anunciar la creación de "cuentas de ahorro co-desarrollo" para canalizar el ahorro de los inmigrantes hacia proyectos de inversión económica en sus países de origen.
Además de favorecer la ayuda a los que regresen para aplicar un proyecto de reinserción económica, se reforzará el diálogo con los países de origen para "generalizar los acuerdos de gestión concertada de los flujos migratorios", como el suscrito por Sarkozy, como ministro de Interior, con Senegal el pasado otoño.
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