Las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral, controladas por el grupo español Marsans, anunciaron ayer que despedirán al personal de tierra que se encuentra en huelga, después de que fracasara la reunión mantenida en el ministerio de Trabajo.
El personal encargado de atender los mostradores de las empresas en el aeropuerto Jorge Newbery de la ciudad de Buenos Aires iniciaron una huelga el domingo pasado para reclamar mayor seguridad para evitar que se produzcan incidentes con los pasajeros.
En la tarde del sábado pasado un viajero atacó a un empleado de Aerolíneas Argentinas debido a que no le había dado explicaciones satisfactorias por el retraso de sus vuelos. Desde hace varios días densos bancos de niebla se posan durante la mañana y parte de las tardes sobre la ciudad de Buenos Aires.
Este fenómeno no sólo provoca retrasos en las salidas de los vuelos, sino que también ha obligado al cierre temporal de algunas autopistas y de los puertos de Buenos Aires, La Plata y Montevideo.
Según informó la compañía, al encuentro en la cartera laboral asistieron representantes de Aerolíneas Argentinas y Austral, de la Asociación Personal Aeronáutico (APA) y representantes del ministerio de Trabajo y de la secretaria de Transportes de la nación.
'La autoridad de aplicación, al no haberse podido llegar a un acuerdo entre las partes, dejó en libertad de acción a las mismas, dando por finalizada la conciliación obligatoria vigente', informó la compañía.
En consecuencia, la empresa informó de que, 'ante esta situación, Aerolíneas Argentinas y Austral van a despedir a los trabajadores que no cumplan con la intimación de retornar a sus puestos de trabajo'.
Las empresas informaron también que 'ante la situación que es de conocimiento público, Aerolíneas Argentinas y Austral han programado vuelos a Calafate, Bariloche, Ushuaia, Río Gallegos y Comodoro Rivadavia con el fin de trasladar pasajeros, mayoritariamente turistas, desde esos destinos a la ciudad de Buenos Aires'.
Los vuelos partirán sin pasajeros desde Buenos Aires debido a la medida de fuerza que lleva a cabo un grupo de trabajadores afiliados a la Asociación Personal Aeronáutico (APA) y que impide la normal operación de embarque en el aeropuerto de Buenos Aires, desde donde se operan todos los vuelos domésticos.
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