Mutua Madrileña quiere comenzar «de forma inmediata» la construcción de su nueva Ciudad Socio Sanitaria, que contará con 1.300 empleados y 425 camas, según adelantó ayer el presidente de la compañía, José María Ramírez Pomatta, en el transcurso de la asamblea general que la Mutua celebró en Madrid. El objetivo es que el nuevo complejo esté en funcionamiento en el año 2010 como muy tarde, y que tan sólo dos años después genere ya al grupo unos ingresos de 160 millones de euros. De momento, Mutua ha concluido los estudios iniciales necesarios para el lanzamiento del proyecto y se encuentra en la fase final de la obtención de los terrenos en los que estará situada la Ciudad Sanitaria, en Boadilla del Monte, en Madrid.
La Ciudad Sanitaria no es, sin embargo, el único proyecto de embergadura que quiere asumir la compañía. Así, Ramírez Pomatta anunció que Mutua Madrileña está estudiando la posibilidad de salir a otros mercados distintos del español, «como continuación natural de la política de crecimiento sostenido, bien sea invirtiendo en el desarrollo orgánico del propio negocio o mediante la adquisición de compañías» y que para 2010 espera duplicar los resultados actuales, como ya hiciera el pasado año con los de 2002.
Ramírez Pomatta afirmó que la entidad buscará las oportunidades que hay -tanto en España como en el extranjero- que encajen con su modelo de negocio, y analizarán en profundidad el perfil de riesgo del mercado asegurador, su madurez y la posición de la compañía en términos de volumen y rentabilidad. A la salida de la asamblea, Ramírez Pomatta concretó que la compra se realizaría previsiblemente en un país europeo y que se anunciaría en el plazo de un mes. «En ningún caso -señaló- invertiremos en países o compañías que pongan en riesgo la rentabilidad y solvencia del grupo en el futuro».
Esta operación confirmaría la estrategia de los últimos años de diversificación geográfica, que ha llevado a Mutua Madrileña a abrir delegaciones en Valencia, La Coruña, Valladolid, Sevilla, Barcelona y Oviedo, así como oficinas en otras 21 provincias en los locales de Aresa, aseguradora que fue adquirida por la Mutua.
Históricos resultados en 2006
El presidente de la aseguradora pasó revista a las cuentas de 2006, en las que la entidad consiguió un resultado de 601,5 millones de euros -más de 100.000 millones de pesetas- un 26,6% más que en 2005, lo que ha supuesto un récord en el sector asegurador español, ya que los beneficios de la siguiente aseguradora no llegaban a 325 millones, lo que ratifica la posición que ya viene ostentando Mutua Madrileña en los últimos años como una de las empresas del sector de seguros más rentables y productivas de España e incluso de Europa.
Según el presidente de Mutua, la rentabilidad sobre primas de su entidad es del 40%, mientras que en Europa estaría ING, con el 13%, y en España la segunda sería Mapfre, con un 4%.
El presidente de Mutua calificó los resultados del pasado ejercicio de «extraordinarios», ya que habían superado en más de 100 millones de euros los que había conseguido la entidad en casi 75 años de vida, hasta 2001. Esa cifra también supone haber duplicado los resultados de 2002 y se prevé que en 2010 vuelvan a duplicarse las actuales cifras, lo que le llevaría a superar los 1.200 millones de euros de beneficio.
Ramírez Pomatta dio por finalizada «la compleja etapa de modernización y transformación» de Mutua Madrileña, que, según recordó, ha requerido de cinco años para su culminación. En este tiempo, la compañía ha pasado de ser una empresa «monoproducto», basada en el seguro del automóvil y con un área de actividad reducida centrada en Madrid, «a convertirse en una empresa «multiproducto» con presencia en todo el mercado nacional», dijo Ramírez Pomatta.
La asamblea de mutualistas aprobó todas las propuestas del consejo, entre las que figuraba la retribución de los propios consejeros, con una cuantía máxima del 1% de los resultados netos de cada ejercicio. Además, los consejeros tendrán derecho a beneficios en materia de previsión social, ya que los que hubieran desempeñado dos o más mandatos, siempre que hubieran permanecido en sus cargos durante los cinco años anteriores a su baja, tendrán derecho a percibir, una vez cumplidos los 65 años, un capital equivalente a una pensión vitalicia anual, revisable anualmente al 2,5%.
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