El presidente francés, Nicolas Sarkozy, confirmó el miércoles que su Gobierno no aumentará en forma adicional el salario mínimo más allá de un incremento regular, para ponerlo en línea con la inflación.
El salario mínimo, llamado SMIC, subiría un 2 por ciento a partir del 1 de julio a 8,44 euros (11,33 dólares) la hora, por debajo del aumento del 3,05 por ciento del año pasado y del 5,5 por ciento en el 2005.
El SMIC, que ganan cerca del 17 por ciento de los trabajadores franceses, actualmente está fijado en un nivel bruto de 8,27 euros la hora o 1.254,28 euros por mes, según cifras oficiales.
El salario es revisado cada año el 1 de julio, basándose en una fórmula que apunta a seguir el ritmo de alzas en los precios, pero el Gobierno puede elegir subirlo más que la inflación.
Pero Sarkozy dijo que cualquier incremento adicional corría el riesgo de afectar el empleo.
"No habrá ningún impulso extra al SMIC porque eso tendría un efecto negativo sobre el empleo de los menos calificados," dijo el mandatario durante un encuentro con parlamentarios de su partido de centroderecha.
Sarkozy indicó que un comité de notables se reuniría tras el verano boreal para analizar la situación del salario mínimo.
El Banco Central Europeo ha dicho en varias oportunidades que cualquier incremento salarial debía ser moderado para no alentar presiones inflacionarias.
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