Más de la mitad de los tripulantes de cabina de Spanair, principalmente de las bases de Madrid y Barcelona, secundaron ayer la huelga convocada por el SITCPLA, según el sindicato, que aseguró que se desarrolla sin incidentes, aspecto también confirmado por fuentes de la aerolínea.
Las fuentes sindicales estiman que al final de la jornada Spanair canceló 35 de los 373 vuelos programados en la red nacional e internacional para hoy (un 15% de las operaciones), lo que supondría diez trayectos más respecto a los 25 que Spanair había anulado en un principio debido a la convocatoria del paro.
La cancelación de estas rutas dejó en tierra a unos 1.500 pasajeros, según las previsiones sindicales, que cifraron la demora media de los vuelos de la compañía entre 60 y 90 minutos debido al paro y a los desajustes en la programación de la compañía que ayer creó el cierre del aeropuerto de Ibiza por un aviso de bomba.
El cierre del aeropuerto de Ibiza obligó a desviarse a otras instalaciones, principalmente a Barcelona y Palma de Mallorca, a varios aviones, lo que provocó problemas en las rotaciones de aeronaves y tripulaciones, que aún ayer se sucedían, según las fuentes sindicales y de la compañía.
Spanair garantizó ayer unos servicios mínimos del 50% en las rutas dentro de la península (con algunas excepciones), en el puente aéreo Madrid-Barcelona y en los trayectos internacionales, mientras que se operan todas los vuelos entre las Islas Canarias y Baleares y la península.
El Sindicato Independiente de Tripulantes de Cabina convocó a los 1.300 trabajadores de este colectivo en Spanair a una huelga los días 25 de junio; 1, 9, 15 y 31 de julio; 1, 15 y 31 de agosto y 1, 15 y 30 ó 31 de cada mes, en protesta por la pérdida del poder adquisitivo, el exceso de trabajo de los empleados y la insuficiencia de plantilla.
La sección sindical de SITCPLA en Spanair lamentó los inconvenientes que este paro puede suponer para los pasajeros y explicó que con la protesta pretende normalizar una situación laboral que en ocasiones puede suponer hasta 18 horas de servicio para los tripulantes de cabina, lo que puede poner en peligro dla seguridad de las operaciones.
Expresó, además, su disposición al diálogo y a la negociación con la compañía, 'pero lejos de estrategias empresariales de compra y venta' y centradas en las condiciones laborales para poder firmar el primer Convenio de este colectivo en los veinte años de historia de la aerolínea.
Hizo un llamamiento al resto de secciones sindicales del colectivo de tripulantes de cabina para que se desbloquee la situación actual y se cierre el conflicto, así como a la compañía SAS, propietaria de Spanair.
La sección sindical de Spanair en SITCPLA manifestó que no hay prevista reuniones con las compañía en los próximos días, aunque si se celebrarán asambleas entre los trabajadores.
Por su parte, Spanair expresó también su disposición a seguir negociando con el sindicato aunque no pudo precisar si hay fechas para próximas reuniones.
En Barajas la huelga provocó hasta las 17.00 horas la cancelación de 17 vuelos con origen o destino en las instalaciones madrileñas.
Durante la jornada se registraron en los mostradores de la compañía colas de pasajeros de vuelos cancelados que trataban que Spanair les facilitara una alternativa para poder llegar a su destino.
En muchos de los casos, la compañía les facilitó un pasaje en aviones de otras compañías.
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