La Confederación Sindical Internacional (CSI) denunció en un nuevo informe las graves violaciones de las normas fundamentales del trabajo en Indonesia. El documento se dio a conocer coincidiendo con la revisión de la política comercial de este país que la OMC llevó a cabo los pasados 27 y 29 de junio.
En Indonesia, los derechos sindicales 'siguen estando restringidos tanto en la ley como en la práctica, y está muy difundida la discriminación antisindical', recalca la CSI. Los activistas que realizan tareas de sindicalización 'a menudo son objeto de intimidación, dado que los trámites legales para hacer frente a tal discriminación a menudo llevan años', añade.
Además, 'son comunes los sobornos y la corrupción de jueces', y a esto se suma que el derecho de huelga 'sigue estando restringido por indebidos trámites legales', y en las huelgas del sector privado 'a menudo interviene la policía y hay violencia'. También se restringen 'seriamente', según la CSI, las huelgas del sector público.
En Indonesia es común la discriminación en el empleo y la remuneración. Las mujeres perciben como media un 74% del salario de los hombres y son numerosas en los trabajos mal o no remunerados, especialmente en el sector informal, que aumentó desde la crisis financiera de finales de los años noventa. 'Las mujeres tienen muy poca presencia en los trabajos de la función pública y en los cargos ejecutivos hay solamente un 17% de mujeres', remarca la CSI.
TRABAJO INFANTIL
En el país también está muy difundido el trabajo infantil, incluyendo sus peores formas. Aunque está prohibido que los menores de 18 años realicen tareas peligrosas y no se autoriza que los menores de 15 a 18 años trabajen más de cuatro horas diarias, se cometen muchas violaciones de esas leyes, según la CSI.
Esto sucede más especialmente en las zonas rurales, donde muchos chicos trabajan en plantaciones y en la agricultura y muchos otros lo hacen en industrias familiares, trabajo doméstico y pescaderías. Dentro de las peores formas de trabajo infantil, además del trabajo doméstico, se encuentra el tráfico de drogas, la producción de calzado, la pesca de altura, la recolección de residuos, la minería y el trabajo en canteras, la explotación sexual y la trata de personas.
Aunque la ley prohíbe el trabajo forzoso, en Indonesia existen distintas formas, según señala el informe, que destaca que muchos trabajadores inmigrantes son empleados por agencias que les someten a condiciones forzosas y explotadoras. Se les cobran elevados honorarios, se les dan malos tratos y se les obliga a hacer largas jornadas de trabajo.
Además, 'tienen dificultades para obtener indemnizaciones y algunas agencias exigen que los trabajadores vivan en 'campamentos de capacitación' por períodos que llegan a ser de hasta 14 meses, donde se les hace trabajar para la agencia', apunta la CSI. También hay numerosos casos de mujeres y niños que se convierten en objeto de trata para destinarlos a la prostitución forzosa o al trabajo en plataformas de pesca y basureros.
La CSI www.ituc-csi.org fue fundada el 1 de noviembre de 2006 y representa a 168 millones de trabajadores de 153 países y territorios y cuenta con 304 afiliadas nacionales.
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