El Gobierno dijo el viernes que la prestación de 2.500 euros por nacimiento a las familias españolas y con residencia legal en el país se comenzará a cobrar a partir de noviembre, aunque el derecho se devenga desde el martes pasado, día en el que el presidente del Gobierno lo anunció en el Parlamento.
"Vamos a poner en marcha ya, a partir del 15 de julio, el medio a través del cual los ciudadanos que ya hayan devengado el derecho puedan hacer la solicitud", dijo la vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, tras el Consejo de Ministros.
De la Vega dijo que la ley que da derecho a esa prestación económica se aprobará la semana que viene, con carácter de urgencia, con lectura única, y que "como muy tarde estará aprobada a finales de octubre".
Un mes después de la entrada en vigor de la ley empezarán a pagarse las primeras prestaciones, cuyo derecho ya se ha empezado a generar a partir de las 24.00 horas del pasado martes 3 de julio.
"Se cobrará de una sola vez, mediante cheque o transferencia bancaria", dijo de la Vega.
Desde que la ley entre en vigor, la prestación única y universal se percibirá al mes siguiente del nacimiento.
"No es este nuevo derecho gracioso ni gratuito, sino una prestación que un país como España se puede permitir gracias al trabajo cotidiano de millones de trabajadores y a la buena marcha de nuestra economía", defendió la vicepresidenta a las críticas que han tachado la medida de electoralista.
Los 2.500 euros por hijo se beneficiarán también las familias que desde esa misma fecha hayan adoptado un hijo, y en el caso de un parto múltiple esa cifra se multiplicará por el número de hijos, según las referencias del consejo.
Además, la prestación será acumulativa a otras medidas económicas benefactoras que puedan dar las comunidades autónomas y a los 1.200 euros anuales que ya cobran las madres trabajadoras por hijos menores de tres años.
En 2006 se registraron en España 481.102 nacimientos, casi 15.000 más que el año anterior, cuando la media de hijos se situó en 1,35 por mujer, el nivel más alto desde 1996.
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