El responsable de Pinar, el sacerdote Miguel Angel García, explica que este proyecto, financiado por la fundación catalana Exit y los propios salesianos, se enmarca en los más de 80 programas que lleva adelante esta asociación en sus centros de Alcálá de Henares, Parla, Fuenlabrada y Pan Bendito y que beneficia a unas 2.500 personas en situación de exclusión social.
Según indicó, durante el programa se enseña a los chavales lengua y matemáticas además de una formación especializada en talleres de carpintería, soldadura, albañilería, serigrafía o informática. Una vez concluidas estas etapas la asociación, a través de convenios de colaboración con empresas, los inserta laboralmente. "Es mucho más fácil porque así los chavales no se tienen que buscar la vida", añadió el sacerdote, quien precisó que el programa lleva dos años en funcionamiento y que los cursos, que tienen una duración de seis meses, no superan los 15 alumnos.
Asimismo, anunció que la orden religiosa está construyendo otros dos centros en Puerto Llano (Ciudad Real) y en Puerta del Sol (Madrid), éste último, en colaboración con las Hermanas de la Caridad, y que estará dedicado a la atención de inmigrantes adolescentes.
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