Unos 400 manifestantes tomaron el Ayuntamiento de la ciudad sureña de Puerto Deseado cuando les comunicaron que el alcalde, Arturo Rodríguez, no les podía recibir por haber asistido al acto que encabezó el presidente del país, Néstor Kirchner, en la cercana localidad de Puerto Santa Cruz. Una fuente de la policía ha declarado que los manifestantes provocaron incendios y destrozos en plantas y vehículos de las pesqueras españolas Santa Elena, Arbumasa y Santa Cruz, así como la argentina Vieira o la sociedad mixta Empesur.
En un depósito de Arbumasa los bomberos y la Prefectura Naval (guardacostas) intentaban esta noche sofocar el incendio que iniciaron los trabajadores, ha precisado la policía según la cual hasta el momento no se habían producido ni víctimas ni detenidos. "Hay un caos porque no hubo respuestas de las autoridades a nuestros reclamos. Queremos que nos escuchen", manifestó a su vez Daniel Medina, delegado del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos en Puerto Deseado, a unos 2.900 kilómetros al sur de Buenos Aires.
La ciudad es uno de los principales puertos pesqueros del país, que aporta el 30% de las exportaciones de un sector con fuerte presencia de capital español, y con una facturación anual que supera los 300 millones de dólares . "Ya hay desabastecimiento de productos en el mercado interno, sobre todo merluza", señaló sobre las consecuencias de la huelga Alfredo Pott, presidente de la Cámara de Armadores Pesqueros Congeladores de Argentina (Capeca). Según ese organismo, el conflicto podría causar unas pérdidas de 100 millones de dólares por incumplimiento de contratos y el riesgo de que la mercancía almacenada se pierda.
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