El personal del Servicio de Defensa contra Incendios Forestales (SDCIF) echándose a la calle y protestando por la precariedad laboral que padecen y la intransigencia de la Xunta, que no se ha sentado en negociar durante los últimos veinte meses que ya suma el conflicto con el colectivo, se ha repetido muchas veces a lo largo de ese lapso de tiempo.
Y el proceso se alarga… Ayer fue la primera de las cuatro jornadas de huelga que el dispositivo de extinción de incendios ha convocado para este mes de agosto, en época de alto riesgo de fuegos, si bien la lluvia que cae da alas a la Consellería de Medio Rural que, en vez de apaciguar los ánimos, los enciende con comunicados como el difundido ayer: cifró en sólo diez los trabajadores que protestaron en los 19 distritos forestales de Galicia y les acusó de 'irresponsables' por secundar paros en plena campaña de incendios.
Pero lo cierto es que esos argumentos carecen de peso, cuando las huelgas se han sucedido en los últimos meses, mas si cabe desde la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG) el pasado mes de marzo, que anuló el convenio laboral que Medio Rural rubricó con sólo dos sindicatos.
Mientras, CC.OO. y CSIF, que no firmaron ese acuerdo, han venido coreando los derechos que les 'usurpa' la Administración gallega, como el pago de pluses de nocturnidad, quieren además un cuadrante de horarios de trabajo y de descanso 'razonable', ya que afirman que no se les permite coger vacaciones y que el dispositivo tiene que estar hábil las 24 horas del día. Además, Emilio Doforno y Juan Carlos Rivas, portavoces de CC.OO y CSIF, respectivamente, denunciaron ayer que la creación de una empresa para privatizar el servicio, SEAGA, Servicios Agrarios Galegos S.A., 'ha demostrado que no se ha mejorado en eficacia y en coordinación y que le cuesta a los gallegos mucho más que si fuesen trabajadores contratados por la Xunta'.
Los brigadistas también solicitan la consolidación de los puestos de trabajo de trabajadores fijos-discontinuos del servicio forestal, que ejercen sus funciones durante seis meses al año 'entre un mínimo de nueve meses y un máximo de doce', dijo Luis Miguel López, de CC.OO.
Los sindicatos se quejan amargamente de obtener durante los últimos veinte meses 'el silencio como respuesta' por parte de la Consellería de Medio Rural, la que precisamente se ha quedado sin vacaciones este año ante el riesgo de que aconteciese otro 'agosto negro'.
Sin embargo, la climatología está acompañando y el departamento que dirige el nacionalista Alfredo Suárez Canal se permitió ayer el lujo de rebajar el dato de la huelga a un 3,08 por ciento, mientras los sindicatos defendieron que en realidad fueron entre 350 y 500 los operarios que se manifestaron, alrededor de un 25 por ciento del servicio de extinción, los únicos que pudieron protestar ante los 'abusivos' servicios mínimos fijados para el día de ayer por el Gobierno gallego.
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