Los catalanes son los europeos que disponen del bien más preciado. La esperanza de vida en Cataluña, de 83,4 años para las mujeres y 76,3 años entre los hombres, es la más alta de la Unión Europea (UE), según el Consejo de Trabajo, Económico y Social de Cataluña (CTESC). Cuando menos, después de todo, 'mientras hay vida hay esperanza'.
La cada vez mayor longevidad de la población, junto con el descenso de la tasa de fecundidad, explican en la memoria socioeconómica y laboral del CTESC el paulatino envejecimiento de la población catalana.
Inversión de la pirámide
Pese a la incipiente recuperación de la natalidad, la pirámide de población de 2006 se presenta claramente envejecida: el 14,3 por ciento de la población es menor de 15 años, una proporción superada por el 16,5 por ciento que suman los mayores de 65 años. A este dato se llega después de que, entre el 2000 y el 2006, la población mayor de 65 años haya aumentado en Cataluña un 8,3 por ciento, lo que equivale a casi 90.000 personas. Al igual que, en el mismo intervalo de tiempo, exista un 19 por ciento más de personas mayores de 85 años, de las cuales, en 2006, el 70,9 por ciento corresponde a mujeres.
Mayor demanda de servicios
Con la edad, el número de usuarios de servicios sociales crece año tras año. El incremento del 11 por ciento el año pasado del total de usuarios de los servicios básicos de atención social se explica en parte, según el estudio, por el considerable aumento de inmigrantes y de población mayor. Entre el 2000 y el 2006, la población residente en Cataluña ha aumentado en casi un millón de personas.
El peso de la inmigración
El peso de la población extranjera en Cataluña ha pasado del 2.9 por ciento respecto al total en 2000, a representar el 12,8 por ciento en 2006. A partir de estas cifras, la memoria atribuye a la inmigración como causa principal del notable aumento de la población experimentado en los últimos seis años.
Por otro lado, mientras que Cataluña representa el 16 por ciento del total de los residentes en España, el CTESC constata que en 2006 el 22,3 por ciento de los inmigrantes con padrón en España residen en Cataluña.
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