La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) reiteró ayer el llamamiento a una movilización nacional para el próximo jueves, en protesta por las desigualdades sociales que sufren los trabajadores en Chile.
'El jueves marcharemos para protestar contra un sistema económico neoliberal que concentra la riqueza y que genera una cantidad enorme de desigualdades sociales, que además se transforman en odiosidades', señaló Arturo Martínez, presidente de la CUT.
En opinión de Martínez, el próximo 30, 'el país no va a funcionar normalmente, ni en la capital -donde vive el 40 por ciento de los 16 millones de chilenos- ni en ninguna ciudad', aseguró el dirigente que el pasado viernes se reunió con la prensa extranjera para explicar dicha convocatoria.
Martínez, que culpa al ministro de Hacienda, Andrés Velasco, por el giro neoliberal que registran las políticas económicas chilenas últimamente, dijo que los trabajadores saldrán a las calles para manifestarle al mundo que en Chile se crece económicamente y se tiene éxito en el manejo de la macroeconomía 'pero que el sacrificio y el costo lo pagan los hombres y mujeres de trabajo'.
El distanciamiento entre la CUT y el gobierno se agudizó el pasado junio a raíz de una discusión sobre el aumento del salario mínimo, que fue ajustado desde 135.000 a 144.000 pesos mensuales (257 a 274 dólares).
Según Martínez, Chile y Brasil, son los países que más diferencias salariales tienen ya que mientras un gerente gana 24 millones de pesos mensuales (46.153 dólares) un trabajador gana el salario mínimo (274 dólares).
El dirigente dijo a Efe que estas grandes diferencias provocan que en el país no haya paz social 'ya que mientras las condiciones económicas no cambien, el pueblo no se va a quedar tranquilo'.
El líder recordó que la brecha entre ricos y pobres en Chile es una de las más grandes en el continente, aseveración que corroboran informes de organismos internacionales.
Dijo Martínez que la desigual distribución del ingreso en este país se traduce en que el 0,5 por ciento de los 16 millones de habitantes 'son muy ricos y tienen todo el poder'.
'Otro diez por ciento son moderadamente ricos, y el resto lo componen quienes viven endeudados hasta en cinco veces su salario, que se alimentan con lo mínimo o reciben una escuálida pensión de vejez', aseguró.
El dirigente afirmó que de no atenderse las demandas de los trabajadores, los sectores descontentos pueden llegar a una movilización más drástica y advirtió al gobierno que la marcha convocada para el 29 de agosto próximo es sólo la primera muestra del disgusto social que existe en el país.
Dijo que el próximo jueves se van a generar algunas dificultades de tránsito, de atención, ya que a la movilización ha adherido a los funcionarios públicos, los municipales, de la salud, profesores y los partidos Humanista y Comunista.
'Estimamos que unos 300 mil chilenos se van a manifestar ese día y será la mayor protesta convocada desde los tiempos de la dictadura (1973-1990)', subrayó.
'Más que decepción, hay indignación con la presidenta Michelle Bachelet, ya que se sembraron esperanzas, pero su gobierno ha significado sólo conflictos y echar la policía a quienes se manifiestan', aseguró el dirigente que se restó de participar en el Consejo Asesor para la Equidad convocado por la mandataria.
En tanto, el presidente de la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), Esteban Maturana, llamó al Ejecutivo a resolver de inmediato la situación de los trabajadores públicos antes de un estallido social.
'O resolvemos ahora las graves falencias generadas por este modelo económico neoliberal salvaje, o simplemente vamos a tener que hacernos cargo de movilizaciones sociales crecientes con violencia creciente', dijo Maturana.
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