La película 'Pídele cuentas al rey' retrató una historia real: la de un minero asturiano que tras el cierre de la mina en la que trabajaba se echó con su familia a la carretera para ir andando hasta Madrid para preguntarle al Rey por qué no se cumplía la Constitución en cuanto a garantizar que todos los españoles tienen derecho a un trabajo digno. Ahora, un vigilante de seguridad repetirá la hazaña e irá andando desde Málaga hasta la capital de España para entregar al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, una carta con una serie de reclamaciones para la mejora del sector. En total 600 kilómetros.
La partida tendrá lugar el día 6 de septiembre desde la puerta de la Delegación de Hacienda de Málaga y la llegada al Madrid está prevista para el 20 del próximo mes, a una media de 30 kilómetros diarios. El protagonista será un vigilante de seguridad de 42 años, cuya identidad no ha sido desvelada para evitar posibles represalias, según explicó a SUR J. A. S. M., uno de los promotores de esta marcha y que quiere preservar su identidad.
La idea nació en el chat de la página web vigilantesdeseguridad.com hace unos cuatro meses y cuenta con el respaldo de la Asociación Española de Vigilantes de Seguridad (AEVS). En la provincia hay actualmente unos 5.000 vigilantes de seguridad titulados y entre 2.000 y 2.500 «intrusos», dijo el promotor de la marcha, quien reclamó el apoyo del sector a esta iniciativa.
Demandas
Entre sus peticiones destacan que se pongan los medios para acabar con el intrusismo en el sector, que se les devuelva a los vigilantes de seguridad el carácter de agente de la autoridad que los revestiría de mayor legitimidad o que el propio ministerio se involucre para que los mandos intermedios sean profesionales. Asimismo, sus reinvindicaciones también tendrán un componente salarial. Ahora, según el promotor de la iniciativa, el sueldo bruto de un vigilante oscila entre los 850 y 950 euros brutos al mes y para conseguir un sueldo digno «hay que matarse» haciendo horas extras que se pagan a siete euros la hora.
De igual forma y ante el incremento de la demanda de seguridad privada, los vigilantes de seguridad reclaman que la Ley de Seguridad Privada se actualice «ya que se ha quedado obsoleta».
Estas reclamaciones serán entregadas en las subdelegaciones del Gobierno de cada provincia por la que pase la marcha. De cara a la última jornada en Madrid, ya hay autobuses que se desplazarán desde Málaga, Sevilla, La Coruña, Barcelona o Valencia en apoyo de la reivindicación.
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