La población extranjera de Baleares ha pasado de las 30.000 personas en 1996 a superar las 175.000 en 2007, según reflejan las últimas estadísticas, y ello es debido a "la buena situación económica que favorece la llegada de mano de obra foránea a las islas", según las fuentes consultadas por este digital.
Baleares tiene un 15,9 por ciento de población extrajera, lo que la sitúa como la Comunidad Autónoma con más residentes foráneos, seguida de Madrid, (13,1 por ciento) y la Comunidad Valenciana (12,4 por ciento).
La motivación de la llegada masiva de la mano de obra inmigrante a Baleares es distinta, sin embargo, ya muchos tienen en cuenta la industria turística, sobre todo, los inmigrantes procedentes de los países más desarrollados, mientras que otros, de las regiones más empobrecidas, tienen la urgente necesidad de encontrar trabajo.
Estos segundos afectan directamente al mercado laboral, aunque muchas veces su acceso se camufla en forma de turismo y se traduce posteriormente en inmigración ilegal, según los especialistas.
Baleares, en ese contexto, ha demostrado su capacidad de absorber inmigración de muy dispar procedencia con ejemplo de convivencia pacífica.
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