Mientras más horas se trabaja, menos se duerme. Es la conclusión de una investigación que asegura que, de todas las actividades diarias, las horas en la oficina son las que más afectan el descanso.
Los hallazgos indican que quienes duermen menos de cuatro horas y media trabajan, en comparación con quienes descansan más de ocho horas, 93 minutos más de lunes a viernes.
Los fines de semana el promedio aumenta a 118 minutos.
El estudio fue publicado en la revista especializada Sleep.
A los 50.000 voluntarios estadounidenses que participaron en el proyecto se les hizo una encuesta en tres oportunidades, en 2003, 2004 y 2005. Se les preguntó qué hacían diariamente entre las 04:00 de la mañana de un día y las 04:00 de la mañana del día siguiente.
Quienes durmieron 11 horas trabajaron, en promedio, 143 minutos menos los días de semana y 71 minutos menos de sábado a domingo.
Esto en comparación con aquellas personas que tuvieron un tiempo de descanso promedio, de ocho horas.
La investigación también determinó que, después del trabajo, el tiempo que se utiliza para llegar a la oficina es el elemento que más afecta el descanso.
Abarcando demasiado
Aquellos con menos horas de sueño utilizaron el resto del tiempo estudiando, socializando y haciendo labores en el hogar.
Uno de los especialistas que participó en el proyecto, Mathias Basner, de la Universidad de Pennsylvania, explicó que el grupo de personas que menos descansó tenía entre 45 y 54 años.
Basner también señaló que era necesario realizar estudios más detallados para determinar el impacto que tienen días laborales largos en la salud de las personas.
Por su parte Jessica Alexander, del Consejo de Sueño, dijo que "estudio tras estudio se confirma que la gente está tratando de abarcar demasiado".
Agregó que las personas forman parte de una dinámica con ambientes laborales que demandan largas horas de trabajo y que ofrece oportunidades de distracción las 24 horas del día, los siete días de la semana.
"La tecnología no ha hecho nada para darnos más tiempo libre, por lo que la calidad y la cantidad de las horas que empleamos durmiendo suelen llevarse la peor parte".
"Eventualmente -continuó- los gobiernos, las empresas y el gremio médico tendrán que darle al sueño la misma prioridad que le dan al ejercicio y a una dieta balanceada cuando hablan acerca de un mejor estilo de vida… cuidado y más".
Los expertos coinciden en que lo recomendable para los adultos es dormir entre siete y nueve horas.
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