A pesar que en Asia el PIB aumentó el doble del promedio mundial, más de mil millones de personas trabajan en la economía informal. La mayoría no tiene protección social y realizan trabajos improductivos con bajos ingresos. Un nuevo informe de la OIT () preparado para el Foro del empleo en Asia que se llevará a cabo entre el 13 y el 15 de agosto dice que continuará el veloz desplazamiento desde el trabajo rural y agrícola hacia empleos en fábricas urbanas o en el sector de los servicios en Asia en desarrollo y que en algunos países esta tendencia aumentará.
En un estudio reciente sobre los vendedores ambulantes de Bangkok(Nota 2), 84 por ciento de los entrevistados declaró estar satisfecho con sus ingresos y 83 por ciento dijo que alentaría a sus amigos a entrar en este negocio. Sin embargo, sólo 20 por ciento dijo que animaría a sus hijos a seguir sus pasos.
A pesar del sorprendente crecimiento económico, más de 50 por ciento de la fuerza de trabajo de Asia equivalente a unos 900 millones de trabajadores continúa sobreviviendo con menos de 2 dólares al día por persona. Las tasas de desempleo son un poco más altas que hace 10 años, 4,7 por ciento en 2006 comparado con 4,2 por ciento en 1996, mientras que se han deteriorado los ingresos de muchos trabajadores.
Dadas las pocas oportunidades de empleo en el sector formal, cerca de mil millones de mujeres y hombres, están obligados a buscar en el sector informal un modo de subsistencia para si mismos y sus familias. Enfrentan condiciones de trabajo deficientes, falta de seguridad laboral, de beneficios y de oportunidades profesionales. Tienen menor acceso a la información y menores oportunidades en el mercado, voz y representatividad para articular sus intereses.
“La mayoría de los trabajadores en la economía informal enfrentan mayores riesgos y tienen menos oportunidades que sus equivalentes en la economía formal”, dijo Sachiko Yamamoto, Director Regional de la OIT para Asia y el Pacífico. “Están más expuestos a riesgos como enfermedades, pérdida de bienes, discapacidad, vejez, y muerte, ya que tienen menos mecanismos para enfrentar los riesgos, es decir, menor acceso a fuentes formales de financiamiento, protección laboral y social”.
Mujeres, jóvenes y ancianos están representados de manera desproporcionada en la economía informal. El sector informal se ha convertido también en el último recurso de muchos pueblos indígenasy tribales, trabajadores con discapacidad, y aquellos afectados con VIH y SIDA, que carecen de oportunidades adecuadas de empleo en el sector formal y están expuestos a la discriminación para acceder a los mercados formales de trabajo.
Para 2015, la persistencia de la informalidad, el crecimiento explosivo de la población urbana de muchas ciudades, y el incremento del empleo en el sector de los servicios, se conjugarán para expandir de manera significativa la economía informal en las ciudades de Asia. Esto generará nuevos desafíos sociales y económicos, en especial en los países donde el desarrollo no avanza al mismo ritmo que el crecimiento de las poblaciones urbanas.
Lograr que los beneficios del crecimiento sean distribuidos de manera equitativa y mejorar el 60 por ciento de la fuerza de trabajo en el sector informal de Asia es aún un reto enorme.
La informalidad y otros temas relacionados con la brecha entre el crecimiento económico y la creación de trabajo decente y de calidad serán una prioridad en la agenda del Foro del empleo en Asia de la OIT. En el foro se discutirá sobre la creación de empleo y la reducción de la pobreza, productividad y competitividad, gestión del mercado del trabajo y el sector informal.
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