Un immigrante rumano desesperado por su situación económica y al que le faltaban 400 euros para volver a su país se quemó ayer 'a lo bonzo' en Castellón y se encuentra en estado grave, según el subdelegado del Gobierno en esa provincia.
El inmigrante rumano, que se encontraba en España con su familia desde hacía algunas semanas solamente, buscaba una solución para volver a Rumanía. Se empapó el cuerpo con un líquido inflamable y se prendió fuego delante de la subdelegación del Gobierno de Castellón, explicó el subdelegado, Antonio Lorenzo.
El hombre reclamaba que le pagasen, a él y a su familia, un billete de vuelta a Rumanía, que costaba alrededor de 400 euros, después de haber sido víctima de una estafa, en la que le prometían trabajo y alojamiento en España, según las explicaciones dadas por la hija a varios medios de comunicación.
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