Los neoyorquinos más ricos, con ingresos anuales por encima de los 250.000 dólares, tienden a quedarse en la ciudad, mientras que aquellos con ingresos moderados abandonan la Gran Manzana en búsqueda de trabajo y alquileres más razonables, según se desprende de un estudio.
El contralor (fiscal de cuentas) de Nueva York, William Thompson, que gestiona los fondos de pensiones de los empleados municipales, publicó un estudio sobre la balanza migratoria de la ciudad de Nueva York, que tenía en 2005 unos 8,2 millones de habitantes.
Thompson precisa en su informe que los neoyorquinos con ingresos anuales moderados (entre 40.000 y 59.000 dólares por hogar) y aquellos con ingresos altos (entre 140.000 y 249.999 dólares) tienden a abandonar la ciudad de Nueva York.
En cambio, los que tienen ingresos anuales medios (entre 60.000 y 139.999 dólares) y los más ricos (más de 250.000 dólares al año) tienden a quedarse a vivir en Nueva York, una ciudad en la que los precios de los alquileres están por las nubes.
Sin embargo, Thompson añadió que aquellos con ingresos anuales más bajos (por debajo de los 40.000 dólares) no muestran una tendencia desproporcionada a mudarse.
Thompson precisa en su informe que el ingreso medio anual de los hogares de los que abandonan la ciudad de Nueva York era de 72.000 dólares, ligeramente superior al de los que se quedaron a vivir en esta ciudad estadounidense, que tenían un ingreso anual medio de 66.500 dólares.
El estudio de Thompson ofrece datos más precisos sobre las razones por las que los neoyorquinos abandonan la ciudad, un tema que ha sido objeto de debate durante décadas.
Se solía decir que las familias pobres se ven forzadas a dejar la ciudad debido a los altos costes de alquiler, que los de la clase media se van por la deficiencia en escuelas y otros servicios públicos y que los más ricos lo hacen por los altos impuestos.
Thompson considera que aunque hay numerosos casos que confirman estas afirmaciones, hasta ahora no había un estudio que permitiera arrojar un poco de luz sobre las verdaderas motivaciones de los neoyorquinos a la hora de dejar la ciudad.
Los que se van de Nueva York tienden a ser más jóvenes, con mejor formación y con ingresos más altos que quienes se quedan en la Gran Manzana.
El informe precisa que las razones que esgrimen los neoyorquinos con ingresos anuales moderados (entre 40.000 y 59.000 dólares por hogar) para abandonan la ciudad son las búsquedas de empleo, de vivienda más barata y de mejores servicios comunitarios.
Los neoyorquinos con hijos tienen más tendencia a mudarse fuera de la ciudad que los que no tienen descendencia, con la excepción de aquellos con ingresos más bajos.
El alto precio de los alquileres, el tamaño pequeño de los apartamentos, la deficiencia en escuelas públicas y el alto coste de las guarderías en Nueva York seguramente contribuyan a esta tendencia.
El informe también constata que a pesar de los problemas que está atravesando el sector inmobiliario en Estados Unidos por la crisis crediticia, los precios de la venta de apartamentos en Manhattan (uno de los cinco barrios de Nueva York) por pie cuadrado subieron un 6,4 por ciento en el segundo trimestre de 2007.
Unos 300.000 neoyorquinos se mudaron en 2005 a otras partes del estado de Nueva York u a otras partes de Estados Unidos, y de ellos unos 200.000 estaban en edad de trabajar (25-64 años).
Sin embargo, los neoyorquinos que abandonaron la ciudad no se fueron lejos, ya que una tercera parte se quedó en el estado de Nueva York.
Los estados de Nueva Jersey (vecino del de Nueva York) y de Florida fueron dos de los destinos favoritos de los ex neoyorquinos.
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