Miles de trabajadores inmigrantes tienen que acampar en el aparcamiento del aeropuerto de Kuala Lumpur, la capital de Malasia, durmiendo en el suelo y rodeados de basura y orina mientras esperan a que sus empleadores les recojan. Cada día llegan al aeropuerto internacional más de 1.000 trabajadores inmigrantes, y la cifra aumenta a 3.000 los fines de semana, afirmó el subdirector de inmigración del aeropuerto Saravana Kumar.
La mayoría proceden de Bangladesh, y otros pocos de Nepal, Pakistán, India y otros países, y esperan encontrar un empleo como trabajadores no cualificados: como carpinteros, limpiadores, guardias de seguridad, camareros o dependientes.
Pero las autoridades han recibido quejas porque algunos inmigrantes se dedicaban a merodear cerca de los turistas en el aeropuerto, en donde su aspecto desaliñado llamaba la atención, así que se ha establecido un centro provisional de procesamiento de la inmigración en el aparcamiento del aeropuerto, que cuenta con varias plantas.
El objetivo de este centro era agilizar los trámites -para realizarlos en un plazo de ocho horas desde la llegada de cada inmigrante- y conseguir que los responsables de inmigración mantengan el contacto con los trabajadores en un sitio concreto. Sin embargo, algunos de ellos tendrán que dormir varias noches en el aparcamiento porque sus empleadores tardarán en ir a recogerles o simplemente no aparecen.
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