La dirección de Nissan está decidida a combatir el absentismo con mano dura. El plan de mejora de la competitividad que negocia con los sindicatos, con el objetivo de producir una nueva furgoneta, prevé una penalización de 30 euros por cada una de las cinco primeras jornadas de baja de los trabajadores, y de 20 euros a partir del sexto día de ausencia. Con esta medida, la compañía que dirige en España José Vicente de los Mozos pretende reducir el índice de absentismo: alrededor del 7%.
Cada día faltan a su trabajo una media de 500 empleados en una plantilla global de 6.800 de Nissan Motor Ibérica, que incluye la fábrica principal de la Zona Franca y otra más pequeña en Montcada i Reixac.
La propuesta de la dirección de la filial de la multinacional japonesa, que será discutida en una nueva reunión el martes, supone un salto cuantitativo respecto a las medidas disuasorias que tiene en vigor la empresa. Según el convenio colectivo, el complemento que paga Nissan en la prestación de baja, hasta completar el 100% del sueldo, solo se abona a partir del tercer día de enfermedad si se trata de la segunda incapacidad temporal de un trabajador. En el primer día no se paga complemento y, en el segundo, solo llega al 75% del salario habitual. La cuantía de los complementos se va reduciendo en la tercera y la cuarta bajas. Seat tiene una fórmula de descuento en el primer día de enfermedad.
RECHAZO SINDICAL Los sindicatos ya han manifestado su rechazo frontal a la propuesta, que puede comportar descuentos salariales de 500 a 600 euros, según sus estimaciones. "Es una fórmula exagerada. La prioridad tendría que ser que la empresa mejore las condiciones de ergonomía de todos los puestos para reducir las bajas", aseguró Jordi Carmona, de UGT, que recordó que el 7% de absentismo de Nissan está en el nivel medio del sector en España, que en el 2006 fue del 6,74%, según los datos de la patronal.
Un portavoz de Nissan aseguró que la propuesta de penalización se debe a que la empresa tiene uno de los peores índices de absentismo del sector, tres puntos superior al de la planta de Citroën en Vigo y dos puntos más que el de Seat en Martorell. El problema ha empeorado en los últimos años debido, según el portavoz, a la desvinculación de un plus de asistencia que se iba reduciendo en función de las bajas, y por la reincidencia de algunos trabajadores.
Pedro Ayllón, de Sigen-USOC, en contra de los descuentos, considera que "la disminución del absentismo se abordará en el contexto global de la negociación". Para Javier Pacheco, de CCOO, la sanción económica es "inaceptable como mecanismo para reducir el absentismo cuando, al mismo tiempo, la compañía propone aumentar el ritmo de trabajo".
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