El grupo General Motors, primer fabricante mundial de automóviles, y el sindicato United Auto Workers (UAW) alcanzaron hoy un principio de acuerdo que pone fin a la huelga iniciada en Estados Unidos por los 73.000 miembros del sindicato.
El principio de acuerdo, que debe ser ratificado por los miembros de UAW, incluye el establecimiento de un fondo independiente para las prestaciones sanitarias de jubilados, así como otras modificaciones del convenio.
Como contrapartida, la multinacional con sede en Detroit se compromete a realizar "inversiones significativas" en el futuro, lo que le permitirá reforzar su presencia industrial en Estados Unidos y aportar mayores garantías de estabilidad laboral, como demandaban los representantes de los trabajadores.
Así, General Motors aseguró en un comunicado que al acuerdo sienta las bases para que la corporación mejore su competitividad productiva y para mantener y potenciar sus activos industriales estratégicos en Estados Unidos.
Tras la ratificación por parte de los afiliados al sindicato, el acuerdo debe recibir el visto bueno de las instancias legales correspondientes y de la Securities and Exchange Commission (SEC), el supervisor financiero de Estados Unidos.
El presidente de General Motors, Richard Wagoner, aseguró que la negociación con UAW ha sido una de las más complejas y difíciles de la historia, al tiempo que agradeció el trabajo realizado por el presidente y el vicepresidente de UAW, Ron Gettelfinger y Cal Rapson, respectivamente.
"El acuerdo nos ayudará a terminar con las desventajas competitivas, manteniendo una fuerte presencia industrial en Estados Unidos con significativas inversiones en el futuro", añadió Wagoner.
Los 74.000 afiliados de UAW iniciaron el pasado lunes una huelga en todas las plantas estadounidenses de General Motors, la primera de estas características desde 1976, después de que expirara el ultimátum para alcanzar un acuerdo sobre el convenio.
La negociación del convenio de General Motors es seguida con especial atención por los otros dos 'grandes de Detroit', Ford y Chrysler, pues las tres compañías pretenden reducir los costes de prestaciones sanitarias de empleaos y jubilados.
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