Un millar de trabajadores de la construcción de Pontevedra se concentraron ayer en la Puerta del Sol e iniciaron una marcha por las calles de Vigo hasta la Praza de España, en cuyo recorrido algunos de los huelguistas tiraron petardos, volcaron contenedores de basura y prendieron fuego a algunos de ellos.
El tráfico de la ciudad se vio interrumpido durante más de una hora, espacio de tiempo en el que un reducido grupo de manifestantes quemó unos cuatro colectores en la Porta dos Sol, las calles Urzáiz, Gran Vía y en las inmediaciones de la Praza de España. Estas acciones, por las que resultaron destrozadas las estructuras, requirieron la actuación de los bomberos. Asimismo, algunos huelguistas prendieron fuego a unos setos en la Avenida de Madrid, aunque ellos mismos lo pagaron de forma inmediata.
Ayer, tercer día de la huelga de la construcción en la provincia de Pontevedra, provocada por la ruptura de las negociaciones del convenio marco en el ámbito estatal, los representantes sindicales consideraron que termina una primera etapa" de movilizaciones "totalmente satisfactoria", con la actividad "prácticamente paralizada" en la provincia.
Según afirmó el secretario xeral de CIG-Construcción, Xosé Xoán Melón, durante la asamblea celebrada en Praza de España, tras las primeras tres jornadas de protesta ya "hay un mensaje dado a la patronal", puesto que las reivindicaciones "no son una locura" de los sindicatos, sino que responden a "lo que el sector demandaba".
Así, animó a los trabajadores a que secunden las próximas convocatorias de paro del próximo martes y miércoles, días en los que "iremos subiendo el grado de las movilizaciones", anunció.
Por su parte, el secretario comarcal de la Construcción de UGT, José Antonio Álvarez, instó a los trabajadores a, durante las dos jornadas de trabajo de hoy y del próximo lunes, "trabajar las 8 horas, no 14 ni 16" y a reducir la intensidad de su actividad, con "menos ladrillo, menos cemento y menos de los que se pueda".
Finalmente, el representante de Construcción de CC.OO, demandó a los obreros que aprovechen estos dos días de actividad para animar al resto de compañeros a unirse a las próximas reivindicaciones, para las que anunció una "nueva estrategia".
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