Según una nueva encuesta, seis de cada diez mujeres tienen romances secretos con colegas en su trabajo; y tres de cada diez, llevadas por un desborde pasional, han tenido relaciones sexuales en la oficina.
Nada de las luces tibias, rojizas, multicolores de una discoteca. Nada de románticos restaurantes franceses a la luz de una vela.
La oficina de cada día con sus computadoras, impresoras, papeles, escritorios y sillas giratorias es uno de los lugares que parecen cargar más la libido de las británicas y producir un sinfin de fantasías y hechos concretos.
En la encuesta de unas dos mil mujeres realizada para la revista "More", el 70 por ciento señaló que el flirteo hacía el trabajo mucho más llevadero.
Un 61 por ciento confesó que fantaseaba con sus jefes o con hombres que se encuentran en situaciones de poder en la compañía.
Según el sondeo, el correo electrónico ha aportado un arma imbatible a la hora del flirteo laboral y cómo evitar ser sorprendido por el resto mientras se intenta seducir a un colega.
A la editora de More, Lisa Smosarski, no le han sorprendido mucho los resultados.
"Cada vez hay más presión laboral en el trabajo. El flirteo es una manera de lidiar con este hecho", dijo Smosarski.
El lado oscuro de la luna
Nada como la oficina para tener un romance en el Reino Unido.
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De manera que el lado oscuro de esta oficina erótica es la creciente presión y las interminables horas que mucha gente pasa en la oficina.
De las naciones desarrolladas, sólo los estadounidenses trabajan más horas que los británicos, que se han convertido en verdaderos esclavos laborales.
El 52 por ciento de las mujeres trabaja más de 48 horas semanales, es decir casi 10 horas diarias.
En este contexto, no faltará el ocurrente que plantee esta pregunta: ¿será el sexo un modo de mitigar el exceso laboral, o irán tantas horas a la oficina porque han descubierto que es el mejor lugar para mantener relaciones amorosas clandestinas?
Soñar no cuesta nada.
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