Más de 6.000 personas protestaron ayer de forma pacífica en Berlín contra los recortes sociales y de los derechos civiles que, a su juicio, trae consigo la política del gobierno alemán.
Los manifestantes (entre 6.000 y 8.000 según los organizadores, y 7.000 según la policía), llegados de todo el país, protestaron bajo el lema '¡Acabemos con la explotación de los derechos sociales y democráticos! Queremos vivir dignamente'.
Sus críticas iban dirigidas sobre todo contra la última normativa socio-laboral conocida como Hartz IV, que puso en marcha el anterior gobierno, y que equiparó a los desempleados de larga duración con los perceptores del auxilio social aptos para trabajar, aumentando la presión para su reincorporación al mercado laboral.
Hacía un año que no se celebraban este tipo de protestas en Alemania, habituales durante la introducción de las reformas laborales que emprendió el gobierno de Gerhard Schroder.
Los manifestantes, que leyeron su comunicado final frente a la Puerta de Brandeburgo, demandaron un 'recorte del horario laboral' que responda a los beneficios empresariales, así como salarios mínimos, que en Alemania sólo existen en algunos sectores como en la construcción.
También denunciaron la intención del ministro del Interior, Wolfgang Schauble, que pretende ampliar las competencias de control de las autoridades sobre terroristas en internet.
En las pancartas los manifestantes exigían la introducción de la semana laboral de 30 horas y la supresión de la ley que retrasó la edad de jubilación en Alemania a los 67 años.
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