El acuerdo preliminar alcanzado entre el fabricante Chrysler y el sindicato United Auto Workers (UAW) para la firma del nuevo convenio colectivo provoca graves divisiones en el seno de los trabajadores a la vista de los resultados de las primeras votaciones, publicaron esta semana medios locales.
El 80 por ciento de los trabajadores que votó el jueves en la planta de montaje de St. Louis North (Misuri) rechazó el acuerdo firmado la semana pasada entre empresa y el sindicato y que establece, entre otras medidas, grandes reducciones salariales para nuevos empleados.
El acuerdo tampoco obliga a Chrysler a producir vehículos en Estados Unidos en los próximos años, a diferencia del convenio colectivo firmado entre UAW y General Motors.
St. Louis North, con 2.850 empleados, es la tercer mayor planta de Chrysler en Estados Unidos y produce el "pickup" Dodge Ram.
Sin embargo, el 78 por ciento de los 800 empleados de la planta de Kenosha (Wisconsin) votó en aprobación al acuerdo, informó el periódico Detroit Free Press.
La posición de los que están opuestos al convenio acordado entre Chrysler y UAW está siendo impulsada por las críticas de Bill Parker, presidente de la comisión negociadora de UAW y que se opone al contenido del acuerdo.
Parker unió su voz a la de la organización Soldiers of Solidarity (SOS), que agrupa a sindicalistas de UAW críticos con la dirección del sindicato, y ha señalado que el convenio fija que 22 de las 53 instalaciones de Chrysler son "no esenciales", lo que determinará el nivel salarial de sus trabajadores.
En total, unos 45.000 empleados de Chrysler son miembros de UAW y tienen derecho a votar en favor o en contra del convenio colectivo.
Los resultados finales de las votaciones, que empezaron el jueves, no se conocerán hasta la próxima semana.
Los comentarios están cerrados.