España tiene un déficit de gasto social de 70.000 millones de euros, que es la partida que tendría que destinar a mayores al Estado del Bienestar para equipararse a la media de Europa en relación a su PIB, según explica el informe "La Situación en España II", presentado el miércoles en Valladolid.
El estudio, elaborado por Observatorio Social de España, auspiciado por la Fundación Largo Caballero y patrocinado por la Fundación Caja Duero, refleja que España se gasta menos en su Estado de Bienestar que lo que le corresponde por su nivel de riqueza económica, según ha explicado en rueda de prensa el coordinador del trabajo y catedrático de la Pompeu Fabra, Vicenç Navarro.
España, penúltima de la UE en gasto social
Con datos de 2003, los últimos de Eurostat, España dedica al gasto público un 19,7 por ciento de su PIB, el segundo dato más bajo de la UE de los quince después de Irlanda (16,5), y muy lejos del 28,3 por ciento que de promedio dedica Europa o del 33,5 que destina el país mejor situado, Suecia.
El gasto público por habitante es también el segundo más bajo de la UE, según ha referido Navarro, tras Portugal, con 4.186 unidades de poder de compra (euros estandarizados), frente a los 6.926,2 de promedio de la Europa de los quince y los 8.258 de Suecia.
El PIB por habitante de España en el 2003 era el 89 por ciento del promedio de la UE -ahora estaría en el 92 por ciento-, aunque su gasto social sólo llegaba al 60 por ciento de la media europea.
Si el gasto social fuese del 89 por ciento del promedio de la UE entonces habría "70.000 millones de euros más en su gasto público social. Ese es su déficit social", según se desprende del Estudio.
También, según ha explicado el catedrático, es menor el porcentaje de población adulta que en España trabaja en los servicios sociales del Estado del Bienestar -sanidad, educación, ayudas a familias o servicios sociales- con un 6,2 por ciento, frente al 12,4 por ciento de promedio de la UE y el 19,8 de Suecia.
Aunque el gasto social en España ha subido lo ha hecho menos que el promedio de la UE, de "ahí el déficit" español, ha analizado Navarro, quien ha sostenido que el problema no es que el gasto social sea menor sino que el gasto público "es muy bajo".
Se habla de que "las grandes tensiones interterritoriales se han debido a la distribución de la torta nacional, aunque de lo que no se dice nada es del tamaño de la torta".
A su juicio, se está "discutiendo por migajas de lo que debería ser un pastel más grande".
El catedrático ha sostenido que este menor gasto social tiene su origen en la integración de España en la UE, con una década de los ochenta en la que la prioridad era reducir el déficit social, que en los 90 pasó a ser de recortar el del Estado, lo que se logra "aumentando los impuestos o por la vía que fue la preferida, la de reducir el gasto público".
Mercado de Trabajo
La publicación también recoge datos del mercado de trabajo español referidos en este caso a 2006, con un descenso de la tasa de desempleo de 9,9 puntos desde 1995, aunque con un 8,5 por ciento de parados sigue estando a la cola de Europa, sólo superada por Grecia y Francia.
Es mayor también la tasa de temporalidad laboral, con un 33,3 por ciento frente al 14,5 por ciento de la Europa de los veinticinco.
El estudio refleja que aunque los datos del mercado de trabajo español pueden ser optimistas, se deben "más a la evolución demográfica -con escaso crecimiento y baja tasa de entrada en el mercado de trabajo- que a la producción de empleo".
Renta
En cuanto a la distribución de la renta, el grupo social con mayor renta en España tiene 5,4 veces más que lo que posee el grupo con menor renta, un parámetro que no es tan desigual en la UE.
España -que tiene un 19,8 por ciento de adultos por debajo del nivel de la pobreza- es además uno de los países, junto a Italia, con menor efector redistributivo de su Estado del Bienestar, ya que sus políticas permiten rebajar de 25 a 20 la tasa de pobres mientras que en la UE se pasa del 26 al 17 por ciento.
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