Después de más de un año denunciando sus "precarias" condiciones laborales, la situación de los trabajadores que se dedican al soporte microinformático para la Diputación Foral de Álava no ha variado un ápice. Ante esta complicada tesitura, los empleados han optado por iniciar una serie de movilizaciones y advierten al Ejecutivo foral de que si no se producen avances en breve plazo, las protestas se prolongarán en el tiempo y se recrudecerán.
La primera consecuencia derivada del malestar que vive este grupo de empleados tuvo lugar el pasado 29 de octubre, cuando los trabajadores protagonizaron una hora de paro, con una concentración de 10.30 a 11.30 horas en la Plaza de la Provincia. De este modo, quisieron denunciar que su situación, "lejos de solucionarse, va a peor". Por este motivo anunciaron que "si no se llega a un acuerdo con la patronal, continuarán las movilizaciones".
El colectivo, integrado por cerca de 40 personas, trabaja para la empresa Serikat, firma a su vez subcontratada por el Centro de Cálculo de Álava. Los empleados se dedican al soporte microinformático y a la atención de incidencias en el Centro de Atención de Usuarios para la Diputación alavesa y varios ayuntamientos del territorio.
Desde el sindicato LAB se informó de que las personas que realizan las labores de programación "cobran salarios inferiores a los empleados del Centro de Cálculo, a pesar de que trabajan más horas al año". En este sentido, indicaron que el salario inicial consiste en 12.000 euros brutos anuales, por 1.800 horas al año.
Los afectados lucharon a lo largo de 2006 por conseguir un convenio que incluyese a todos los trabajadores. Sin embargo, las personas que trabajan en el Centro de Cálculo "se descolgaron". Por otro lado, la empresa no accede a aprobar una subida salarial homogénea sino que propone incrementos individuales, algo que no se plantean en las reivindicaciones de los trabajadores.
De manera paralela, desde LAB se criticó la eventualidad de los contratos, que colocan a las personas en situaciones laborales muy precarias. Además, las diferencias de sueldos suponen "una importante discriminación dentro del mismo colectivo".
Los trabajadores consideran la pasada concentración como "un aviso" dirigido a la Diputación alavesa, con el objetivo de transmitirle su disposición a movilizarse. "Si no hay pacto, realizaremos paros más continuos", aseguraron.
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