La planta de General Motors en Figueruelas (Zaragoza), la de mayor volumen de producción del grupo en todo el mundo y uno de los principales motores económicos de Aragón, cumplió ayer veinticinco años, en los que ha fabricado casi 9,5 millones de vehículos.
Este aniversario llega en el momento más dulce de la factoría zaragozana, que este año prevé batir su récord de producción y rozar el medio millón de automóviles, por encima de los 460.000 registrados en 2003, gracias a la llegada de la cuarta generación del Opel Corsa, hace algo más de un año.
Figueruelas comparte la producción de este modelo con la factoría alemana de Eisenach, y además produce en exclusividad el derivado comercial Combo y el monovolumen Meriva.
La planta zaragozana se erige así como la única de GM Europa con dos líneas de producción independientes y tres modelos de vehículos; además se trata de la factoría con mayor volumen de fabricación asignado, 2.100 unidades diarias, entre las 174 que el grupo automovilístico tiene en todo el mundo.
Ha pasado ya un cuarto de siglo desde que, en noviembre de 1982, el Rey de España, Juan Carlos I, inaugurara la planta de Figueruelas, que significó un hito en la expansión de la marca Opel en Europa.
La fábrica zaragozana se consolidó rápidamente como una de las más productivas y de mayor calidad de Opel, con una importante actividad exportadora a toda Europa, y siempre vinculada al modelo Corsa.
El año 2003 fue uno de los de mayor éxito en la historia de la planta con el inicio de la fabricación del Meriva, que supuso un significativo incremento de la producción y permitió alcanzar un récord anual de 460.000 unidades.
Sin embargo, la evolución del mercado obligó a la compañía a presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a finales de 2004, aunque la adjudicación, en febrero de 2006, de la nueva generación del Meriva permitió dar por finalizado el proceso de ajuste antes de lo previsto.
La adjudicación del nuevo Meriva, por el que también competía la planta polaca de Gliwice, supuso un espaldarazo a la "calidad y productividad" de Figueruelas, según afirmó el propio presidente de GM Europa, Carl-Peter Forster.
Esta buena noticia coincidió prácticamente con el inicio de la producción de la cuarta generación del Corsa, modelo que ha generado una fuerte demanda y que ha supuesto una inyección inversora en Figueruelas de 550 millones de euros.
El buen momento de la planta zaragozana se completa con el traslado de la producción del Opel Combo a Figueruelas a partir de febrero de este año, tras el cierre de la planta de GM en Azambuja (Portugal).
Los sindicatos en Figueruelas destacan el buen clima social y de entendimiento con la dirección, que según ellos ha facilitado la adjudicación de tan importantes volúmenes de producción.
No obstante, sindicatos y dirección se encuentran inmersos en la negociación de un plan de externalizaciones que GM ha programado en toda Europa con el objetivo de centrarse en su actividad principal, una iniciativa que en la planta zaragozana afecta a 227 empleos de las áreas de mantenimiento de talleres, energía y agua.
Pese a ello, las organizaciones sindicales reconocen que Figueruelas se ha convertido en uno de los principales motores de la economía aragonesa.
De hecho, se trata de la fábrica europea de General Motors con más trabajadores, 8.482, a los que hay que sumar otros 8.000 empleos indirectos de las industrias auxiliares suministradoras de materiales y componentes, según un estudio elaborado por la Federación del Metal, Construcción y Afines de UGT Aragón.
Según cálculos de UGT, este volumen de empleo directo e indirecto representa el 23 por ciento del empleo industrial relacionado con los sectores del metal y químico en la Comunidad aragonesa.
GM prevé invertir en Figueruelas en el periodo 2005-2008 unos 1.100 millones de euros, con lo que el acumulado desde su implantación en la localidad zaragozana rondará los 4.200 millones.
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