La productividad estadounidense, o cantidad de producción por hora de trabajo, aumentó a una tasa anual del 4,9 por ciento en el tercer trimestre, el ritmo más rápido en cuatro años, informó hoy el Departamento de Trabajo.
La cifra es el doble del aumento del 2,2 por ciento registrado en el segundo trimestre del año.
El gobierno informó también que los costes de cada unidad laboral se redujeron a una tasa del 0,2 por ciento, el mejor dato en más de un año.
Ambos datos son mucho mejores que lo esperado por los analistas y alejan el temor a que el sólido repunte de la productividad que comenzó a mediados de la década de los 90 esté a punto de acabar.
La ligera caída en las presiones salariales fue bienvenida por el mercado tras las fuertes subidas de los últimos trimestres.
Las subidas salariales benefician a los trabajadores, pero aumentan el temor a un repunte inflacionario si no van acompañadas de una fuerte alza en la productividad.
La caída del 0,2 por ciento en los costes de las unidades laborales del tercer trimestre llega tras un repunte del 2,2 por ciento en el segundo trimestre y subidas incluso del 5,2 y el 10,3 en el primer trimestre de este año y último de 2006, respectivamente.
La productividad es el factor más importante para una mejora en los estándares de vida, al permitir a las empresas pagar mayores salarios a sus empleados que se financian, a su vez, con los incrementos de la producción.
Eso implica que las compañías no se ven forzadas a aumentar los precios de sus productos, algo que puede traducirse en una mayor inflación.
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