El Gobierno y los sindicatos franceses se preparaban para una nueva huelga de transportes y el sector energético a partir de esta semana en una disputa sobre pensiones que está emergiendo como la primera gran batalla contra los planes de reformas económicas del presidente Nicolas Sarkozy.
Los sindicatos de los sectores ferroviario, transporte público, de la electricidad y el gas planean su segunda huelga general en un mes el 14 de noviembre, con algunos advirtiendo de un paro indefinido para protestar por los planes de eliminar unas normas especiales de jubilación para alrededor de un millón de trabajadores del sector público.
El Gobierno francés se negó el domingo a ceder terreno en su batalla con los sindicatos sobre el plan de reformas, preparando el terreno para una huelga que podría paralizar los transportes públicos durante días.
"No hay absolutamente ningún elemento nuevo", dijo el lunes Bernard Thibault, jefe del poderoso sindicato CGT a la radio France Info, añadiendo que estaban preparados para una larga disputa. "Lo que se ha puesto sobre la mesa hasta ahora está lejos de ser suficiente".
Sin embargo, el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, repitió que el Gobierno no estaba dispuesto a hacer más concesiones.
"Lo que está en juego no es un problema entre el Gobierno y un sindicato, sino la aplicación de un compromiso realizado al pueblo francés y aprobado por él", dijo al diario Le Parisien.
"El status quo es impensable", afirmó.
Las primeras huelgas empezarán a las ocho de la tarde de hoy martes, cuando los sindicatos ferroviarios inicien un paro indefinido. El miércoles les seguirán los trabajadores del transporte público de París y los empleados de la eléctrica EDF y la compañía gasista GDF.
Francia probó lo que le espera esta semana durante una huelga de un día el mes pasado que paralizó trenes en todo el país y causó importantes alteraciones en el transporte público de la capital durante varios días. Continuación…
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