La huelga del transporte público en Francia, convocada en contra de la reforma de los llamados regímenes especiales de jubilación, registraba a primera hora de la mañana un alto seguimiento y, tal y como se preveía, el tráfico se está viendo seriamente afectado, sobre todo en la red ferroviaria y de cercanías.
El metro de París circula algo mejor de lo previsto y también los autobuses, que registran un 15% de tráfico frente al 10% que se barajaba.Los autocares que trasladan a los viajeros a los aeropuertos de Orly y Charles de Gaulle funcionan con normalidad.
En cuanto a las carreteras de acceso a la capital francesa, según el Centro de Información de Carreteras (CNIR), a las 6.30 horas había más de 100 kilómetros de atascos en la región parisina, frente a los 11 que suele haber en un día normal.
Mientras, tal y como se preveía, sólo circula un tren de alta velocidad de cada ocho. El Eurostar que une París con Londres circula con normalidad y, de hecho, hoy a las 9.30 horas está prevista la salida desde la estación del Norte el tren que terminará por primera vez su trayecto en la estación londinense de St Pancras Internacional, la nueva estación del Eurostar situada en el corazón de la capital británica.
En los Thalys que van de París a Bruselas, Amsterdam y Colonia, el tráfico será normal, pero con retrasos de hasta media hora. Los trenes regionales se ven muy afectados por la huelga y circula sólo uno de cada tres. En algunas líneas se han puesto 2.000 autobuses para cubrir los trayectos ferroviarios. En cuanto al tren nocturno, el 'Corail', sólo hay seis de cada diez.
Mientras, el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, ha comenzado poco antes de las 08.00 horas a recibir a los sindicatos, que irán desfilando a lo largo de la mañana por su despacho para intentar negociar una salida al conflicto que evite que se prolongue en el tiempo.
Ayer, el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Bernard Thibault, se mostró dispuesto a abrir "rondas de negociación tripartita con las direcciones de las empresas y los respresentantes estatales sobre cada uno de los regímenes especiales", mientras que hasta la fecha exigía una "negociación global".
OPOSICION.
Por otro lado, según una encuesta que hoy publica 'Le Figaro', siete de cada diez franceses son partidarios de que el Gobierno no ceda a las reivindicaciones de los sindicatos. Así, el 68% de los franceses "no aprueba" las peticiones salariales de los trabajadores de la SNCF, de la RATP, EDF y GDF, frente al 31% que las secundan.
Son los electores de la socialista Ségolène Royal los que aprueban en un 57% las peticiones de los huelguistas y los de la izquierda no socialista, que son el 70%. En el lado opuesto, los votantes del presidente Nicolas Sarkozy y el centrista François Bayrou están en mayoritariamente en contra (un 88% y un 80%, respectivamente).
La encuesta revela un dato interesante: el 55% de los trabajadores del sector público cree que la huelga "no está justificada". El movimiento estudiantil que ha llevado a los universitarios a bloquear más de una veintena de centros se está volviendo igual de impopular y tiene en contra al 62% de los encuestados.
En cuanto al resultado del conflicto, los franceses no se hacen ilusiones y en su mayoría, el 84%, creen que el Gobierno no cederá frente a los sindicatos.
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