El 90% de los jefes ha sufrido a los "trabajadores tóxicos", aquellos que llegan a faltar al respeto a sus compañeros, jefes y clientes, y "envenenan" las relaciones en los departamentos, según un informe presentado hoy en la Asociación de la Industria de Navarra (AIN).
Esta es una de las conclusiones expuesta en la jornada-coloquio "¿Cómo afecta el clima laboral en el rendimiento de la empresa?" en la que el presidente ejecutivo de Otto Walter, Paco Muro, sostuvo que "el otro salario, el emocional, parece pesar hoy tanto más que el dinero".
Según señaló en un comunicado la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), en el informe de APD Zona Norte y Otto Walter, un 62% de los 650 encuestados denuncia a los "holgazanes, que se escaquean del trabajo rutinario".
El 33% se queja de los que "pierden el tiempo intencionadamente", ocupándose de asuntos personales; de los "incompetentes", con un 47% de referencias, y los "mentirosos y ladrones", un 40%.
Según la APD, el principal problema de los "empleados tóxicos" es que "los arrogantes y conflictivos muchas veces también rinden bastante profesionalmente", y "los que no saben lo que realmente ocurre no entienden que sus jefes quieran desprenderse de ellos".
En este sentido apunta que "dada la escasez de sentencias que reconocen la procedencia de un despido por bajo rendimiento del empleado, en caso extremo es mejor asumir los inconvenientes de un despido improcedente y no retrasar lo inevitable, porque se termina haciendo el ridículo".
Añade que "sobre todo si el motivo es un robo, los compañeros deben saber los motivos del despido".
Según el informe, el primero de los ocho aspectos más relevantes a la hora de que un empleado cualificado decida quedarse o abandonar una empresa es "la posibilidad de desarrollo profesional", seguido de "el sentir que la compañía tiene buen rumbo y proyecto de empresa", y la "justicia y coherencia en recompensas: subidas de sueldo o ascensos".
Otro de los factores más comunes es tener claro lo que se espera de cada trabajador, seguido de la calidad de la relación con el jefe directo, un buen clima de trabajo entre compañeros, percibir reconocimiento y aprecio en el trabajo realizado y el buen estilo de dirección de personas de los jefes.
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