Las mujeres inmigrantes corren más riesgo de sufrir violencia de género que las españolas porque son más vulnerables y están más desprotegidas e indefensas, según un informe de Amnistía Internacional publicado el viernes.
Con motivo del día internacional de la violencia contra la mujer, que se celebra el domingo, AI revela que la tasa por millón de mujeres extranjeras asesinadas por sus parejas es seis veces mayor que la de las españolas.
Amnistía denuncia que las inmigrantes, pese a la existencia de la Ley Integral contra la Violencia de Género que recoge la no discriminación, no están igual de protegidas, sobre todo las que se encuentran en situación ilegal o han sido reagrupadas por sus parejas, porque temen comunicar a las autoridades las agresiones.
Por ello, tienen mayor dificultad para acceder a los recursos que proporciona la ley – como centros de acogida o atención psicológica – porque la denuncia es la única forma de acreditar el maltrato. También tienen más trabas a la hora de obtener una autorización de trabajo para ser independientes económicamente ya que, como a cualquier inmigrante, se les solicita una oferta.
Asimismo, Amnistía denuncia que en las comisarías continúa en vigor una orden que obliga a los policías a averiguar la situación legal, lo que podría desembocar en una eventual expulsión.
MÁS MUERTAS QUE EN 2006
En lo que va de año, han fallecido 69 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas, y ya se supera la cifra total de 2006, cuando murieron 68, según datos de la Delegación especial del Gobierno para la violencia contra la mujer.
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, reconoció el viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que los datos no son buenos, aunque hay indicadores positivos como que existan más mujeres protegidas, más denuncias, más medios o más juzgados.
De la Vega dijo que el Ejecutivo "ni se conformaba ni se resignaba" a la vista de que los esfuerzos no eran suficientes y anunció que la semana que viene se va a reunir con las asociaciones de mujeres, las unidades de violencia de genero de las subdelegaciones de Gobierno y las televisiones comerciales para abordar el problema.
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