La región de Ica, la más afectada por el sismo de 7,9 grados Richter que asoló Perú el pasado 15 de agosto, afrontó ayer un paro de 24 horas en demanda de la rehabilitación de la zona y la renuncia del presidente del organismo encargado de la reconstrucción.
Los comercios de la ciudad de Ica, la más importante de la región, se encuentran cerrados, y algunos habitantes comienzan a concentrarse en las plazas para iniciar la protesta, informó Radio Programas del Perú (RPP).
El paro regional fue convocado por la Coordinadora Ciudadana por los Damnificados para protestar contra la "inoperancia" del Fondo para la Reconstrucción del Sur (Forsur), encabezado por el empresario Julio Favre, y es apoyado por los representantes de los desplazados, asociaciones sindicales y transportistas.
Desde su creación poco después del poderoso sismo, Forsur ha sido blanco de ataques por parte de políticos, asociaciones civiles, damnificados e incluso del propio Gobierno.
La Coordinadora es el organismo más beligerante contra el Forsur, y ya amenazó hace un mes con una huelga general en la zona si la directiva de la entidad de reconstrucción no instalaba en el terreno su base de operaciones.
Más de tres meses después del terremoto, aún quedan por recoger más del 40 por ciento de los escombros en la región de Ica y solo la semana pasada, con el traslado a la zona del titular del ministerio de Vivienda, Hernán Garrido, comenzó la reconstrucción de los primeros edificios.
El terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter que asoló la costa central peruana el 15 de agosto pasado dejó 595 muertos, más de 300 desaparecidos y 75.000 viviendas destruidas o inhabitables.
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