Aviones, trenes, autobuses y ferris pararon el viernes mientras los trabajadores de prácticamente todos los servicios de transportes llevaron a cabo una huelga en todo el país, provocando graves repercusiones en el tráfico de las grandes ciudades.
Las huelgas de transportes son frecuentes en Italia, pero medios locales dijeron que la protesta del viernes era la primera de este alcance en 25 años, ya que incluso los teleféricos, los coches funerarios y los vehículos de asistencia en carretera respaldaron la huelga.
En la mayoría de las ciudades, el transporte público se paralizó a las nueve de la mañana, lo que llevó a muchos ciudadanos a tener que ir antes a trabajar. La aerolínea nacional Alitalia canceló más de 200 vuelos.
Los trenes y ferris que cruzan el estrecho de Mesina, que conecta Sicilia con el continente, también pararon. Los servicios de metro en Roma y Milán quedaron suspendidos.
Los trabajadores protestan por los recortes para el sector en el presupuesto de 2008 y por la falta de inversión en el transporte. Los sindicatos han amenazado con más medidas si no se abordan sus inquietudes.
"Estamos unidos, al menos eso creo. La gente está con nosotros", dijo Giorgio Martello, conductor de autobuses.
Según los sindicatos, la participación en la huelga fue masiva, con hasta un cien por cien en algunos sectores.
Los viajeros mantuvieron el tipo. "Creo que tienen derecho a la huelga, incluso aunque provoque alteraciones", dijo Filippo Mainardi, que esperaba coger un tren a primera hora de la mañana en la principal estación de Roma.
Para la gente de la capital, el único consuelo fue el fin de una protesta de taxistas que había paralizado el centro de la ciudad durante dos días. Los representantes de este sector se mostraron descontentos tras una reunión con el alcalde, Walter Veltroni, y dijeron que aún tienen que decidir qué van a hacer.
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