El presidente de Libia, Muammar el Gadafi, pidió dinero para luchar contra la inmigración ilegal durante la celebración ayer de la primera jornada de la II Cumbre UE-África, en la que afirmó que los flujos migratorios de africanos a Europa son consecuencia del colonialismo europeo y del 'pillaje' de sus recursos naturales.
Gadafi fue el mandatario africano encargado de hacer la intervención sobre inmigración, un tema sobre el que también disertó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en representación de la parte europea. También por parejas, otros dirigentes europeos y africanos disertaron en la jornada de este sábado sobre Paz y Estabilidad; Gobernación, Democracia y Derechos humanos; Comercio y Desarrollo, y Cambio Climático y Energía.
Fuentes de la Presidencia portuguesa de la UE presentes en la reunión indicaron que, a diferencia de la mayoría de los discursos, que miraron más 'hacia el futuro' de las relaciones entre la UE y África, Gadafi se centró particularmente en el pasado. Aseguró que la inmigración es la 'consecuencia de la política de los europeos en África y del pillaje de los recursos naturales', que, aseveró, ha provocado 'la miseria del continente'.
Las fuentes añadieron que el presidente libio indicó que para luchar contra la inmigración 'hace falta dinero'.
Antes de que Gadafi tomara la palabra lo hizo Zapatero que apostó por una lucha 'implacable' y propuso un pacto euroafricano para mejorar las oportunidades de los ciudadanos de 'la región más pobre del planeta'.
El plan propuesto por Zapatero se articula en tres ejes: la 'escolarización' de los africanos, la creación de 'empleo para los jóvenes' y la construcción de infraestructuras que 'dinamicen el tejido social y económico' de los países de origen de la inmigración. Este plan, precisó, debe 'evitar la fuga de cerebros' del continente africano así como 'incentivar los retornos' de los emigrantes.
Clara Pinar
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